Desde la crisis del Coronavirus, trabajar desde casa se ha convertido en algo mucho más normal. Y eso no solo es agradable, porque puedes arrastrarte en chándal con tu propia taza de té delante del ordenador, también es más saludable. Sobre todo si tienes que recorrer largas distancias para trabajar.
No es divertido estar en un atasco, te quita mucho tiempo y tiene un efecto negativo en tu salud. Al fin y al cabo, las personas que tienen que desplazarse durante mucho tiempo son, por término medio, menos activas físicamente, tienen más sobrepeso y más problemas para dormir. Y dependiendo de dónde esté situada tu oficina, también es más probable que bebas demasiado.
Un montón de datos
Los investigadores que llegaron a esta conclusión utilizaron datos de un estudio longitudinal de salud sueco que se llevó a cabo entre 2012 y 2018. Esto les dio acceso a datos sobre el estilo de vida de unos 13 000 participantes de entre 16 y 64 años. Esto incluía información sobre si bebían o fumaban alcohol, con qué frecuencia hacían ejercicio y cuánto pesaban, pero también qué tipo de trabajo hacían, cómo de estresados estaban por ello y si tenían alguna enfermedad preexistente. Por último, los datos se compararon con la distancia de desplazamiento al trabajo de los encuestados.
“Descubrimos que una distancia de desplazamiento de más de 3 kilómetros aumentaba la probabilidad de que las personas fueran físicamente inactivas, tuvieran sobrepeso y durmieran mal”, nos dicen los investigadores de la Universidad de Estocolmo.
Las personas que trabajaban más de 40 horas a la semana y pasaban más de cinco horas semanales desplazándose al trabajo también eran más propensas a tener problemas de sueño y eran menos activas físicamente en comparación con las que solo viajaban entre una y cinco horas semanales al trabajo. La explicación es sencilla: tienen menos tiempo para hacer ejercicio y pueden dormir peor debido al estrés.
Bebidas después del trabajo
Por si fuera poco, el abuso del alcohol acecha. Si la oficina está en una zona de alto nivel socioeconómico, los encuestados eran más propensos a tener problemas con el alcohol. Sentían que necesitaban reducir la bebida, querían tomar alcohol a primera hora de la mañana contra el estrés o para hacer frente a la resaca. “También descubrimos que era más probable que la gente bebiera demasiado si su oficina estaba al lado de un bar”.
Más ciclismo
Los investigadores concluyen que el lugar de trabajo puede tener un gran impacto en todo tipo de problemas de salud, pero no pudieron averiguar con exactitud cuánto tiempo puede pasar antes de que se produzcan daños en la salud.
“Solo pudimos demostrar que los participantes que tenían que recorrer 3 kilómetros o menos para ir a trabajar realizaban más actividad física. Esto podría deberse a que eran más propensos a ir en bici o andando al trabajo, o a que tenían más tiempo para hacer ejercicio antes y después del trabajo”. Pero en cuanto a la obesidad, el sueño y el consumo de alcohol, los resultados fueron menos claros.
“Sería bueno investigar más a fondo estos factores y, además, ver si los resultados se aplican a personas de otros países, ya que nuestro estudio solo se realizó en Suecia”.
Coger el tren
Es importante ser consciente de lo poco saludables que son los desplazamientos al trabajo. Tenlo en cuenta si te estás planteando cambiar de trabajo, y piensa en ello si ahora pasas horas en la carretera: ¿podrías hacer algo que te hiciera hacer más ejercicio? Por ejemplo, quizá podrías ir en tren. De hecho, en general, es mejor viajar en transporte público, porque así vas en bici a la estación y llegas andando al trabajo, por ejemplo. Los gobiernos deberían tener esto en cuenta y asegurarse de
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