Suena un poco raro, el sol afecta a los precios de las acciones. Sin embargo, es así, según demuestra una nueva investigación: cuando brilla el sol, los inversores pujan cantidades más altas por las acciones.
Los investigadores analizaron la intensidad y la duración de la luz solar. Lo compararon con el comportamiento de los operadores bursátiles y las ampliaciones de capital de las empresas para financiar inversiones. Para ello, emiten una especie de derechos a los accionistas que les permiten comprar nuevas acciones a un precio muy inferior al normal, es decir, con descuento.
Los investigadores de la Universidad de Portsmouth compararon el precio al que salían esas acciones con los datos de las estaciones meteorológicas. Esto les permitió averiguar en qué periodos influía más el tiempo en los inversores.
Positivo gracias al sol
Los resultados fueron notables: los inversores realizaban mayores pujas durante los periodos soleados, lo que se traducía en menores descuentos en las acciones. De hecho, una intensidad de sol superior en solo una desviación típica a la normal provocó un descenso del 2,4 % en los descuentos de las pujas. Un periodo soleado que duró una desviación típica más que la media redujo el descuento en un 3,33 %.
“El tiempo soleado suele ponernos de buen humor”, explica Jia Liu, profesora de Portsmouth. “Eso es positivo en la mayoría de las situaciones, pero no cuando se trata de decisiones financieras. Cuando el sol brilla con más fuerza, los inversores se vuelven excesivamente optimistas y menos reacios al riesgo, lo que puede dar lugar a ofertas más altas por las acciones”.
Conocido desde hace décadas
En realidad, es bastante lógico: investigaciones anteriores ya han demostrado que el sol afecta al estado emocional y de ánimo de las personas. Por ejemplo, el tiempo puede influir en la compra de un coche, los precios de las obras de arte en subasta y la tendencia a correr riesgos en la lotería.
Hace décadas, el economista Edward Saunders demostró por primera vez la relación entre el comportamiento inversor en Wall Street y el clima. “Saunders nos inspiró”, dice el profesor Liu. “Sus resultados apoyan la hipótesis de que la psicología del inversor influye en los precios de las acciones. Y aunque hay pruebas fehacientes de que esto tiene un gran impacto en la economía en general, se ha investigado muy poco al respecto desde entonces”. Así que Liu y sus colegas decidieron profundizar en esa influencia negativa del tiempo soleado.
Datos únicos
Tuvieron suerte con los datos. “La Comisión Reguladora del Mercado de Valores de China (CSRC) exige a las empresas que emiten derechos sobre acciones que revelen información detallada sobre las ofertas durante el proceso de subasta. Esto nos dio una oportunidad única para estudiar el efecto del sentimiento inducido por el tiempo soleado en las decisiones de los inversores en el mercado de valores”.
Los investigadores analizaron un total de más de 28 000 pujas de casi 3000 inversores entre 2006 y 2019. Aparte de que había una clara conexión entre las decisiones de los inversores y el grado de insolación, también descubrieron que este efecto se hacía más fuerte si las ofertas de las empresas eran más complejas o una empresa era menos familiar para los inversores.
Por supuesto, saber esto puede ser de gran utilidad para los inversores: pueden corregirlo o no participar en una emisión de acciones si saben que va a hacer sol y, por tanto, el precio va a subir demasiado rápido. “Queremos concienciar a los inversores de que durante los periodos en que hace sol se vuelven demasiado optimistas sobre sus inversiones. Entonces están más dispuestos a asumir riesgos que no están justificados por el valor de las inversiones. Deben tener cuidado con eso antes de pujar, pues de lo contrario pueden sufrir cuantiosas pérdidas”, añade Liu.
Pero esto no solo se aplica a los inversores. “Este estudio también tiene importantes implicaciones para la política y la práctica. La creciente inestabilidad del clima mundial y su relación con el comportamiento de los inversores hace que este tema sea cada vez más relevante en un mundo financieramente interdependiente”.
Impacto en la economía mundial
La investigadora va más allá: “La estabilidad de los mercados puede depender de nuestra comprensión de este fenómeno, ya que el cambio climático puede tener un impacto cada vez más desestabilizador en el juicio de los inversores. Esto podría tener consecuencias imprevisibles para el comercio mundial de acciones”. Es de imaginar que si hace más calor y más sol, los inversores empezarán a asumir cada vez más riesgos. Y eso podría perjudicar a toda la economía mundial.
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