Al parecer, en el gigante de hielo hay mucho más en juego de lo que sugiere su tranquila apariencia azul.
A esa conclusión han llegado los astrónomos tras asomarse bajo la capa de nubes de Urano utilizando el Karl G. Jansky Very Large Array en México. Un análisis de los vientos en el Ártico reveló entonces que son más cálidos y secos en el corazón que en el exterior; un fuerte indicio de que forman parte de un poderoso ciclón.
Mucho más dinámico
“Estas observaciones nos dicen mucho más sobre Urano”, argumenta el investigador Alex Akins. “Es un mundo mucho más dinámico de lo que se podría pensar. No es una simple bola azul de gas. Pasan muchas más cosas por debajo (bajo la densa capa de nubes)”.
En el Polo Sur
Hace décadas, las observaciones de la sonda espacial Voyager 2 ya sugerían tímidamente que algo se arremolinaba en el polo sur de Urano; entonces se descubrió que los vientos en el corazón de la región polar giraban más rápido que fuera de ella. Pero en aquel momento, la Voyager no pudo hallar pruebas de que también hubiera variaciones de temperatura en el vórtice (como ahora se han detectado con el Karl G. Jansky Very Large Array en el polo norte). Por tanto, tampoco se pudo concluir con certeza que en el polo sur se encontrara un potente ciclón.
Como ya se ha mencionado, el descubrimiento de que hay mucho más en juego en Urano de lo que sugiere su tranquila apariencia azul helada ha sido posible en parte gracias al Karl G. Jansky Very Large Array. Utilizando este radiotelescopio, los astrónomos observaron el gigante helado en 2015, 2021 y 2022. En el proceso, se asomaron a la atmósfera de Urano más profundamente de lo que se había hecho nunca.
Por cierto, esto no es solo gracias al radiotelescopio, sino también al propio Urano. O más exactamente, a la posición del gigante de hielo. En las últimas décadas, los polos del gigante de hielo (en tanto que tarda 84 años en completar una órbita alrededor del Sol) no estaban orientados hacia la Tierra. Desde 2015, sin embargo, los investigadores pueden tener una mejor vista de los polos y también pueden mirar más profundamente en la atmósfera polar.
Confirma lo que se sospechaba
Y ahora eso se traduce directamente en el descubrimiento de un potente ciclón. Ese descubrimiento confirma lo que los investigadores sospechaban desde hace mucho tiempo. A saber, que todos los planetas de nuestro sistema solar con una atmósfera sustancial (independientemente de si son rocosos o pueden contarse entre los gigantes gaseosos) poseen un vórtice en los polos. Con el descubrimiento de un vórtice polar en Urano, se han descubierto ciclones (que giran en el mismo sentido que su planeta) y anticiclones (que giran en sentido contrario) en los polos de todos los planetas de nuestro sistema solar, con la excepción de Mercurio, un planeta sin atmósfera sustancial.
Por cierto, hay que señalar que existen grandes diferencias entre los huracanes que vemos en la Tierra, por ejemplo, y un ciclón como el de un gigante de hielo como Urano. Por ejemplo, el ciclón de Urano no se forma sobre el agua (Urano ni siquiera posee agua). Tampoco se desplaza, sino que permanece en la región polar.
Las observaciones de seguimiento revelarán en los próximos años cómo se comportará el ciclón recién descubierto en el polo norte de Urano. Además, los astrónomos (alentados por el informe del año pasado de las Academias Nacionales de Ciencias, Ingeniería y Medicina) empezarán sin duda a tratar de conocer aún mejor este misterioso planeta. De hecho, ese informe aboga firmemente por una misión a Urano, y espera que la NASA le haga caso. Y para prepararse para ello, es importante saber ya todo lo posible sobre este (todavía misterioso) planeta.
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