Que la tierra se está calentando y que el nivel del mar está subiendo está claro, pero exactamente a qué velocidad sigue siendo difícil de predecir. Los glaciólogos predicen ahora un nuevo giro en la marea, ya que las mareas influyen en el deshielo polar mucho más de lo que se pensaba.
Los investigadores de la universidad de California y de la nasa, entre otros, observaron en el glaciar Petermann, al noroeste de Groenlandia, cómo el hielo y el océano interactúan de una forma desconocida hasta ahora, concretamente a través de los efectos del flujo y reflujo.
Utilizando datos de satélite, los investigadores observaron desde muchos ángulos el borde del glaciar Petermann, donde el hielo se desprende de la tierra y comienza a derivar hacia el océano, también conocido como línea de fondo. Este límite, que se encuentra bajo el agua, cambia bajo la influencia de las mareas, permitiendo que el agua de mar caliente penetre en el glaciar y haga que el hielo se derrita más rápidamente.
No es una línea sino una zona
“La línea que separa el glaciar del agua es más bien una zona, porque varía de 2 a 6 kilómetros cuando baja la marea”, explica el investigador principal, Enrico Ciraci. “Esto es mucho más de lo esperado”. Hasta ahora, siempre se había pensado que este límite en el punto donde los glaciares tocan el océano no variaba durante el ciclo de las mareas, ni seguía derritiéndose. Pero el nuevo estudio llega así a conclusiones menos finas: el agua cálida del océano está penetrando en el glaciar por debajo del hielo a través de los canales existentes y derritiendo el hielo allí.
Se crea un gran agujero
Mientras tanto, la línea de base del glaciar Petermann ya ha retrocedido casi 4 kilómetros entre 2016 y 2022. Pero eso no es todo. El agua caliente también ha creado una cavidad de más de 200 metros de altura bajo el glaciar y este agujero no se ha podido recuperar hasta 2022.
Aquí se puede ver cómo la línea de tierra sigue retrocediendo. Imagen: CPOM (vía ESA). |
“Esta interacción entre el hielo y el océano hace que los glaciares sean más vulnerables al calentamiento de las aguas”, responde el investigador Eric Rignot. “Esta dinámica aún no se ha incorporado a los modelos. Si lo hiciéramos, la subida prevista del nivel del mar aumentaría hasta un 200 %. Esto se aplica no solo al glaciar Petermann, sino a todos los glaciares que desembocan en el océano, es decir, los del norte de Groenlandia y los de toda la Antártida”.
Miles de millones de toneladas derretidas
Y las cosas ya no pintan demasiado bien para la capa de hielo de Groenlandia. Miles de millones de toneladas de hielo se han derretido en el océano en las últimas décadas. La mayor parte se debe al calentamiento del agua bajo la superficie del océano. La exposición al agua del océano derrite rápidamente el hielo de la parte delantera del glaciar y reduce la resistencia al desplazamiento del glaciar sobre el terreno, haciendo que el hielo se deslice más rápidamente hacia el mar, explica Rinot.
Algas en el hielo
No es la única mala noticia sobre la capa de hielo de Groenlandia: no solo en la parte inferior, sino también en la superior, el hielo se derrite más rápido de lo que se pensaba. La semana pasada se descubrió que en el hielo crecen muchas algas. El blanco refleja la luz solar, el negro la absorbe, por lo que el hielo se calienta y se derrite más rápido. Es un efecto de auto-refuerzo. Debido al calentamiento, la primavera empieza cada vez más temprano en Groenlandia, lo que da a las algas más posibilidades de crecer y, por tanto, de contaminar partes más grandes del hielo. Según los investigadores, esto provocaría que se derritiera hasta un 20 % más rápido, escribimos la semana pasada. Y ni siquiera eso se tiene en cuenta aún en los modelos climáticos actuales.
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