Medio siglo después de que alguien pisara la superficie por última vez, los científicos han podido averiguar cómo es el núcleo de la Luna. Al igual que la Tierra, nuestro satélite natural parece tener un núcleo sólido.
La humanidad lleva siglos estudiando la luna. Primero a simple vista y con telescopios desde la Tierra. Y desde hace unas décadas también con carros robóticos, sondas espaciales e incluso exploradores humanos. Aun así, este cuerpo celeste tan cercano sigue guardando secretos para nosotros.
Varios misterios se refieren al corazón de la luna. Por ejemplo, no estaba claro qué tamaño tiene el núcleo lunar y si es líquido o sólido. Investigadores franceses han encontrado ahora respuestas a estas preguntas. Sus resultados aparecen en la revista nature.
Se ha descubierto que la luna tiene un núcleo interno sólido con un diámetro de 500 kilómetros, aproximadamente el 15% del diámetro total de la luna. La densidad medida de este núcleo indica que está compuesto de hierro. El estudio también confirma mediciones anteriores que mostraban que alrededor del núcleo fluye un núcleo externo líquido de varias decenas de kilómetros de espesor.
Misiones espaciales
En 2011, investigadores de la agencia espacial estadounidense nasa analizaron los datos de los sismómetros que los astronautas del apolo habían colocado en la superficie de la luna. Esto demostró que, al igual que en la tierra, se producen seísmos subterráneos: los seísmos lunares. Los análisis de esos seísmos lunares proporcionaron la primera visión del interior de la Luna. Indicaron que la Luna probablemente tenía un núcleo sólido de unos 480 kilómetros de diámetro.
Los investigadores franceses han utilizado ahora diferentes mediciones y técnicas de análisis para poner a prueba este modelo del núcleo lunar. Combinaron mediciones de sondas espaciales en órbita alrededor de la Luna con las de vehículos robóticos y astronautas en la superficie lunar. Uno de los conjuntos de datos, por ejemplo, procedía de la misión Gravity Recovery And Interior Laboratory (GRAIL), en la que dos naves espaciales orbitaron la Luna a finales de 2011-2012 para medir las variaciones locales del campo gravitatorio. Estas variaciones permiten comprender mejor la estructura y composición internas de la Luna.
Impresión del interior de la Luna (el núcleo interno sólido, el núcleo externo líquido, el manto y la corteza) y técnicas de medición. Imagen: © Géoazur/Nicolas Sarter |
A continuación, introducen esa colección de mediciones en modelos informáticos que calculan qué composición teórica del núcleo lunar se ajusta bien a las mediciones. El modelo que mejor se ajusta coincide con los resultados de la NASA: un núcleo sólido de 500 kilómetros de diámetro.
El manto lunar
El estudio francés también dice algo sobre los flujos de material en el manto, la capa entre el núcleo y la corteza lunar. Los teóricos predicen que el material más pesado de este manto se hundió gradualmente hacia el interior, empujando el material más ligero hacia la superficie. La nueva investigación apoya esa idea. También explicaría la composición del material volcánico de la superficie lunar.
Así pues, los investigadores franceses no aportan grandes sorpresas. Sin embargo, corroboran las teorías y conjeturas existentes, proporcionando una imagen clara del interior y la evolución de nuestra Luna.
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