La píldora puede tener numerosos y desagradables efectos secundarios. Motivo para que cada vez más mujeres opten por otro anticonceptivo. Pero puede que eso no sea necesario, ya que los investigadores han demostrado ahora que la píldora también funciona con un 92 % menos de estrógenos.
Los efectos secundarios de la píldora no son necesariamente graves, pero tampoco despreciables. Por ejemplo, las probabilidades de cáncer de mama, infartos de miocardio y accidentes cerebrovasculares aumentan ligeramente, y la probabilidad de trombosis es incluso cuatro veces mayor si se toma la píldora.
Estas probabilidades aumentan especialmente en las mujeres mayores de 40 años. Pero también hay síntomas más leves, como náuseas, dolores de cabeza y cambios de humor, que padecen las mujeres más jóvenes. No es sorprendente que el uso de la píldora anticonceptiva esté disminuyendo.
Muchas menos hormonas
La cantidad de hormonas en la píldora ya ha disminuido considerablemente en las últimas décadas, pero podría ser mejor, concluyen los investigadores basándose en un modelo matemático. Según ellos, la píldora debería contener un 92 % menos de estrógenos. Si solo se utiliza progesterona, la dosis puede reducirse un 43 %. Si se combinan ambas hormonas (lo que se denomina píldora combinada), la dosis puede reducirse aún más. Con estas dosis mínimas de hormonas, seguirían evitándose los embarazos. La gran ventaja es que ya no hay que tomar una píldora cada día, sino en un solo momento del ciclo menstrual.
Modelo matemático
Los investigadores Brenda Lyn Gavina y Aurelio de los Reyes, biólogos de la Universidad de Filipinas Diliman, usaron un modelo matemático existente del ciclo menstrual. A este añadieron datos reales de 23 mujeres de entre 20 y 34 años. El modelo fue capaz de identificar la compleja interacción de los niveles hormonales en sangre procedentes de tres fuentes distintas: la hipófisis, los ovarios y la píldora. A continuación, calcularon la cantidad mínima de estrógeno o progesterona necesaria para detener la ovulación.
El resultado fue notable: solo el 8 % de la dosis habitual de estrógenos, 11 días después del inicio del ciclo menstrual, es decir, justo antes de la liberación del óvulo, detenía ya la ovulación. Los investigadores especulan que la dosis podría administrarse mediante una inyección o un implante. Eso funciona de forma mucho más eficaz que una píldora diaria, en la que las hormonas entran continuamente en el organismo.
Un logro digno de mención: “No solo hemos reducido enormemente la dosis, sino que también hemos determinado el momento en que debe administrarse el anticonceptivo”, explica De los Reyes.
Menos efectos secundarios
Una dosis tan baja de estrógenos eliminará sin duda muchos de los efectos secundarios. Aun así, hay pocas posibilidades de que pronto salga al mercado una píldora con muchas menos hormonas, opina la ginecóloga Alison Edelman, de la Universidad de Oregón, en respuesta a la investigación. Edelman menciona un posible inconveniente: el modelo supone que el estrógeno de la píldora se mantiene a un nivel constante y no tiene en cuenta cómo absorbe el cuerpo la hormona. Esto puede fluctuar y afectar a la eficacia del fármaco.
Sin embargo, los investigadores filipinos opinan lo contrario. Están convencidos de que su modelo puede suponer una importante contribución a la investigación de una píldora con menos hormonas. “Estos resultados dan a los médicos una idea de la dosis y el momento de administración óptimos para suprimir la ovulación”, afirman. Y muchas mujeres se alegrarán de ello.
Sin comentarios