La semana pasada, con motivo de la Semana Santa, tuvimos un día libre más. Y ahora los investigadores sostienen que el fin de semana de tres días no debería ser una excepción a la regla.
La semana laboral de cuatro días está en alza. Cada vez más empleados dicen que quieren trabajar menos. Y ni siquiera es tan mala idea. De hecho, no hace mucho, un estudio demostró que la semana laboral de cuatro días es un megaéxito, con menos quejas de agotamiento y menos bajas por enfermedad, a la vez que mejora la salud mental y física (ver recuadro). Un nuevo grupo de investigación está totalmente de acuerdo con la idea de ampliar un día el fin de semana. Porque su estudio demuestra que este tiempo libre extra es, de hecho, muy bueno para nosotros.
Semana laboral de cuatro días
Los resultados del mayor experimento mundial con la semana laboral de cuatro días no mienten. Más del 70 % de los trabajadores declararon tener menos síntomas de agotamiento y casi el 40 % dijeron estar menos estresados que antes de comenzar el estudio. El absentismo se redujo en un 65 % y la rotación cayó un 57 %. Más del 60 % afirmó que era más fácil encontrar un equilibrio entre la vida laboral y personal. Su salud mental y física también mejoró. Mientras tanto, la facturación de las empresas se mantuvo prácticamente igual. Incluso hubo un pequeño aumento del 1,4 %. En consecuencia, la gran mayoría de los participantes afirmaron que pensaban seguir con la semana laboral de cuatro días. Dieciocho empresas revelaron que la semana laboral más corta ya se había introducido de forma permanente.
En el nuevo estudio, se realizó un seguimiento intensivo de más de 300 adultos (de 40 años de media) durante los 13 meses que duró el estudio. Durante este periodo, los participantes se tomaron por lo general entre dos y tres vacaciones de unos 12 días.
Como los sujetos llevaban pulsómetros, los investigadores pudieron saber exactamente cuánto se movían antes, durante y después de las vacaciones.
Más saludable
Los resultados mostraron que los participantes vivían mucho más sanos durante sus vacaciones. Por ejemplo, los veraneantes realizaban cinco minutos más de actividad física al día. También permanecían sentados 29 minutos menos al día y dormían 21 minutos más al día.
El hecho de que los participantes estuvieran más tiempo tumbados sobre una oreja durante sus días de descanso es muy positivo. Así, muchas personas duermen estructuralmente demasiado poco. Y aunque mucha gente subestima el sueño, es increíblemente importante para nuestra salud.
Cuando se ha dormido lo suficiente, mejora el estado de ánimo, la función cognitiva, por ejemplo, y se es mucho más productivo. Además, disminuye el riesgo de padecer una serie de problemas de salud, como obesidad, diabetes, enfermedades cardiovasculares y depresión.
El valor añadido de un sueño reparador
El sueño es muy importante para muchas funciones físicas y cognitivas. Por ejemplo, la salud cardiovascular, el sistema inmunitario, el metabolismo, la memoria y la regulación de las emociones, entre otros, se ven afectados por el sueño. El riesgo de padecer Alzheimer o cáncer también está asociado a la calidad del sueño. Para mejorar la salud y el bienestar emocional, las personas deben dormir lo suficiente de forma constante. Esto implica 7 horas de sueño por noche para la mayoría de las personas sanas.
En resumen, los resultados implican que las personas llevan una vida más activa y saludable durante sus vacaciones, incluso cuando solo tienen tres días libres consecutivos. “Cuando la gente no tiene que trabajar durante un tiempo, sus responsabilidades diarias cambian”, explica el investigador Ty Ferguson. “Esto se debe a que no están atadas a su horario normal. En este estudio, observamos que sus pautas de ejercicio cambian a mejor durante las vacaciones, moviéndose más y sentándose menos en general”. Curiosamente, la magnitud de estos cambios aumenta cuanto más duran las vacaciones. Así que cuanto más duran las vacaciones, mayores son los beneficios para la salud.
Semana laboral más corta
Según la investigadora Carol Maher, los resultados corroboran la importancia de una semana laboral de cuatro días. “Las empresas de todo el mundo ya están probando una semana laboral más corta”, afirma. “En realidad, tampoco es sorprendente que haga que los trabajadores experimenten menos estrés, agotamiento y fatiga. Mejora su salud mental y proporciona un mejor equilibrio entre trabajo y vida privada. Y ahora nuestro nuevo estudio aporta pruebas empíricas de que las personas mantienen un estilo de vida más saludable cuando tienen un fin de semana de tres días”. Se espera que el aumento observado en la cantidad de ejercicio y sueño tenga un efecto positivo tanto en su salud mental como física. Esto se suma a los beneficios observados anteriormente con una semana laboral de cuatro días.
Debería ser una norma
Por tanto, a Maher le gustaría que el fin de semana de tres días se convirtiera en la norma. Porque posiblemente esto podría incluso beneficiar nuestro sueño en general. “Nuestra investigación demuestra que la gente dormía mejor incluso dos semanas después de unas vacaciones cortas”, afirma. “Esto demuestra que los beneficios para la salud de un fin de semana de tres días pueden tener un efecto duradero”.
En definitiva, los resultados sugieren que una semana laboral más corta no es una idea tan descabellada. Y no solo es agradable tener un día libre más, sino que, al parecer, también mejoramos física y mentalmente. “A medida que el mundo se adapta a una nueva normalidad, quizá sea hora de aceptar un fin de semana más largo como forma de mejorar nuestra salud física y mental”, concluye Maher.
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