La probabilidad de que la roca espacial en órbita (de unos 50 metros de tamaño) impacte contra nuestra Tierra es de aproximadamente 1 entre 625.
Los astrónomos han descubierto un nuevo asteroide que podría estar en ruta de colisión con la Tierra. La roca espacial ha sido bautizada con el nombre de 2023 DW y está siendo objeto de una estrecha vigilancia.
Probabilidad de impacto con la Tierra
Según la NASA, existe “una probabilidad muy pequeña” de que 2023 DW impacte contra la Tierra dentro de unos 20 años. Los cálculos preliminares muestran que la roca espacial se acercará a nuestro planeta a menos de 0,05 au (u 8 millones de kilómetros) el 14 de febrero de 2046. La probabilidad de impacto es de aproximadamente 1 entre 625.
¿Cuándo se habla de asteroide?
Un asteroide se clasifica como tal cuando se aproxima de forma aterradora a la Tierra. En general, todos los asteroides tienen una distancia de perihelio inferior a 1,3 UA (distancia media entre la Tierra y el Sol). Esto significa que se acercan a nuestro planeta a menos de 45 millones de kilómetros.
El tamaño del asteroide recién descubierto se estima en 50 metros, aproximadamente la mitad de un campo de fútbol. No es muy grande, por cierto, pero aun así duplica con creces el tamaño del meteorito de Cheliábinsk, que sobresaltó a la ciudad rusa de Cheliábinsk en 2013. Esta roca espacial medía unos 17 metros y explotó en la atmósfera a 20 kilómetros de altura. Esa explosión liberó unas 30 veces más energía que durante el ataque nuclear a Hiroshima. La onda expansiva hizo añicos las ventanas de cientos de edificios. Unas 1600 personas resultaron heridas en el proceso.
Impacto frecuente de asteroides con la tierra
Por cierto, no es muy raro que nuestra Tierra reciba impactos de polvo y rocas procedentes del espacio. Cada día, la Tierra es bombardeada con más de 100 toneladas de polvo y partículas del tamaño de granos de arena. Aproximadamente una vez al año, un asteroide del tamaño de un coche choca contra la atmósfera terrestre. Su impacto es mínimo, salvo por el hecho de que pueden verse como bolas de fuego incandescentes al quemarse en nuestra atmósfera. Cada 2000 años, una roca del tamaño de un campo de fútbol choca contra la Tierra, lo que puede causar daños importantes. Solo una vez cada varios millones de años aparece un objeto lo suficientemente grande como para acabar con toda la vida en la Tierra (pensemos en el asteroide que puso fin a la era de los dinosaurios). Los cráteres de impacto de la Tierra, la Luna y otros cuerpos planetarios son prueba de ello.
¿Deberíamos estar preocupados?
¿Debemos preocuparnos por el DW de 2023? Según la NASA, lo más probable es que las rocas espaciales de unos 25 metros se quemen en la atmósfera terrestre y causen pocos daños. Los asteroides mayores de 25 metros, pero menores de un kilómetro (como 2023 DW) probablemente causarán daños localizados. Esto significa que si el 2023 DW impacta contra la Tierra, no tendrá consecuencias catastróficas inmediatas. Sin embargo, podrá causar graves daños si aterriza cerca de una gran ciudad o de una zona densamente poblada, por ejemplo.
Sin embargo, no hay que alarmarse. Esto se debe a que la probabilidad de que el asteroide esté realmente en curso de colisión con la Tierra es realmente muy pequeña. Además, su órbita aún no está del todo definida. El asteroide no fue avistado hasta finales de febrero.
“Cuando se detectan nuevos objetos, a menudo se necesitan semanas de datos para eliminar todas las incertidumbres y predecir adecuadamente su órbita futura”, escribió la NASA en Twitter. “Los analistas orbitales seguirán vigilando 2023 DW y actualizarán las predicciones a medida que lleguen más datos”.
¿Cómo se calcula la órbita de los asteroides?
La órbita de los asteroides se calcula determinando la trayectoria elíptica alrededor del sol que mejor se ajusta a las observaciones disponibles. Es decir, la trayectoria calculada del objeto alrededor del Sol se ajusta hasta que las predicciones de dónde debería haber aparecido el asteroide en el cielo en distintos momentos observados coinciden con las posiciones en las que el objeto se vio realmente en esos mismos momentos. A medida que aumenta el número de observaciones, también puede mejorarse la órbita exacta de la roca espacial. Esto dará a los astrónomos una buena idea de dónde estará el objeto en el futuro.
Así pues, aunque sigue siendo muy improbable que el DW de 2023 se estrelle contra la Tierra dentro de unos 20 años, afortunadamente tenemos un plan en reserva, en caso de que el escenario más sombrío se haga realidad. En efecto, la misión DART ha demostrado recientemente que somos capaces de modificar la órbita de una roca espacial. Esto significa que podemos desviar la órbita de un peligroso proyectil terrestre, de modo que podamos proteger a la Tierra de un impacto destructivo. Y, sin duda, ¡ese es un pensamiento tranquilizador!
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