Seguro que te encanta tu perro o tu gato. Estas acogedoras mascotas animan el día. Por desgracia, por la noche hacen lo mismo y te hacen dormir peor.
Un nuevo estudio estadounidense demuestra que el perro o el gato son perjudiciales para el sueño. Según la investigadora Lauren Wisnieski, de la Universidad Lincoln Memorial, quienes tienen un perro corren más riesgo de padecer trastornos del sueño y tienen más problemas para conciliar el sueño. Pero a los dueños de gatos también les molestan sus mascotas por la noche: tienen las piernas inquietas.
Menos estrés, pero también menos sueño
El estudio no aclara por qué ocurre esto exactamente. Es posible que los animales hagan algo de ruido por la noche o que la gente duerma peor porque deja al gato o al perro en el dormitorio. En cualquier caso, el estudio coincide con otras investigaciones que demuestran que los animales domésticos tienen un impacto negativo en la calidad del sueño.
“Estudios anteriores sobre el sueño en relación con los animales de compañía han arrojado resultados contradictorios”, explica Wisnieski. “Por un lado, perros y gatos pueden influir positivamente en la calidad del sueño de sus dueños por el apoyo social que les proporcionan. Las mascotas pueden proporcionar una sensación de seguridad y ser una compañía agradable, reduciendo la ansiedad, el estrés y la depresión de las personas. Pero, por otro lado, las mascotas perturban el sueño de sus dueños”.
Ronquidos y piernas inquietas
Y al final, ese efecto pesa más, según demuestra este estudio general. “Ahora queríamos establecer de una vez por todas si existe una relación entre la tenencia de perros y gatos y la calidad del sueño y los trastornos del sueño, incluyendo aspectos como roncar, despertarse por la noche, tomar pastillas para dormir y padecer piernas inquietas.”
El investigador midió la calidad del sueño mediante factores como no sentirse descansado o somnoliento, no dormir lo suficiente, necesitar más de 15 minutos para conciliar el sueño y dormir menos de seis horas de media.
Según Wisnieski, existe una diferencia entre los dueños de perros y gatos porque estos son más activos por la noche. Pero, curiosamente, los perros tuvieron más impacto en el sueño: la diferencia en la calidad del sueño fue menor entre personas con y sin gatos que entre personas con y sin perros.
Mascotas, lejos del dormitorio
Que las personas con mascotas duerman peor que las que no tienen perro o gato es algo más que un dato curioso, explica Wisnieski. “Si la relación causal se confirma en investigaciones posteriores, estos resultados tienen implicaciones para el tratamiento de pacientes con problemas de sueño”.
“También podría elaborarse material informativo para alertar a los dueños de mascotas del riesgo de dormir mal, junto con posibles soluciones, como meter a la mascota en una jaula por la noche o asegurarse de que no entre en el dormitorio”.
Como ya se ha dicho, dormir con una mascota también puede ser beneficioso, pero este aspecto no se analizó en el estudio. “Futuras investigaciones también deberían analizar el vínculo entre humanos y animales para averiguar si la cercanía de la relación afecta a la calidad del sueño”, concluye la investigadora.
¿Por qué dormir con tu mascota es una mala idea de todos modos?
Una quinta parte de los perros y casi un tercio de los gatos duermen a veces en la cama con su dueño. No solo es perjudicial para el sueño, sino también muy antihigiénico, advierten. Los animales son portadores de todo tipo de bacterias y parásitos que pueden enfermarte. Piensa en las bacterias de las heces, que ya son poco apetecibles, pero qué decir de los huevos de ascáride, que se pegan a las patas de tu perro o gato. Los gusanos pueden incluso dejarte ciego. Por no hablar de los piojos, pulgas y garrapatas, que pueden acabar en tu cama si duermes con tu mascota.
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