Las diferencias genéticas que determinan la rapidez con la que las personas descomponen la cafeína pueden afectar a su obesidad. Pero eso no significa que el café adelgace.
Una mayor cantidad de cafeína en la sangre puede estar relacionada con un menor peso, según demuestra una investigación genética. Pero eso no significa que una taza extra de café se traduzca en menos kilos en la báscula, afirma el médico Dipender Gill, del Imperial College de Londres. Gill participó en un estudio sobre la relación entre genes, cafeína y peso, publicado en la revista British Medical Journal.
Los bebedores de café adelgazan
Mucha gente disfruta de su taza diaria de café u otras bebidas con cafeína. Varios estudios ya sugerían una relación entre el consumo de cafeína y un menor peso. Pero en ellos se examinaba principalmente la cantidad de cafeína que ingerían las personas y su estado de salud. No pudieron demostrar que el estimulante fuera la causa del descenso de peso.
Más información sobre la cafeína
La cafeína es un compuesto químico que se encuentra de forma natural en las hojas, semillas y frutos de algunas plantas, como el café, el té y el cacao. También puede ser sintetizada artificialmente y agregada a algunos alimentos y bebidas.
La cafeína es un estimulante del sistema nervioso central y es conocida por su capacidad para mejorar el estado de alerta, la concentración y la capacidad de atención. También puede aumentar el ritmo cardíaco y la presión arterial, lo que puede tener efectos positivos en el rendimiento físico.
Sin embargo, el consumo excesivo de cafeína puede tener efectos negativos, como nerviosismo, ansiedad, insomnio, dolor de cabeza y problemas gastrointestinales.
Dos genes responsables
Gill y su equipo adoptaron un enfoque diferente en la investigación. Examinaron las diferencias genéticas que determinan la rapidez con que las personas descomponen la cafeína. Esto les permitió comparar el efecto de distintas cantidades de cafeína en la sangre. Hay dos genes responsables de la rapidez con la que las personas descomponen la cafeína. Esto significa que dos personas que beben la misma cantidad de café pueden tener cantidades diferentes de cafeína en la sangre.
Gill y sus colegas analizaron los datos de varios estudios anteriores. Esto les permitió comparar el ADN y los datos sanitarios de casi diez mil personas, la mayoría de origen europeo.
Más cafeína, menos grasa
Investigaciones anteriores ya habían demostrado que las personas que descomponen más lentamente la cafeína tienen más cantidad de esta en la sangre, mientras que en general beben menos café. El equipo de investigación descubrió que las personas que tienen niveles de cafeína más altos de este modo tienen un IMC (una medida de la obesidad, basada en la altura y el peso de una persona) más bajo. También tenían menos masa grasa y menos probabilidades de desarrollar diabetes de tipo 2, una enfermedad relacionada con la obesidad.
“Sabemos que la cafeína afecta al metabolismo y a la energía. Por eso no es sorprendente que exista una relación entre ambos”, afirma el investigador médico Benjamin Woolf, de la Universidad de Bristol (Reino Unido), que también participó en el estudio.
Sin embargo, Gill advierte de que no se debe empezar a tomar más café a raíz de estos resultados. Sobre todo quienes deseen perder peso deben desconfiar de las bebidas ricas en leche y azúcar. “Muchas bebidas con cafeína tienen bastantes calorías”, dice, “y la cafeína también puede tener efectos adversos, por ejemplo, en el sueño y la función cardiaca”.
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