En una formación rocosa del oeste de Australia se han encontrado pequeños trozos de roca que podrían ser la prueba más antigua del impacto de un meteorito en la Tierra. Los fragmentos de meteorito cayeron hace casi 3500 millones de años.
Las pruebas del antiguo impacto de meteorito se encontraron en una roca sedimentaria y volcánica llamada Formación Dresser, en Australia Occidental.
Encontrar y datar rocas antiguas en la Tierra es difícil porque la corteza terrestre cambia constantemente debido a procesos geológicos y biológicos. “Solo un porcentaje muy pequeño de la corteza terrestre actual tiene 3500 millones de años”, declaró el geólogo planetario Christian Köberl, de la Universidad de Viena (Austria), durante una presentación en la Lunar and Planetary Science Conference, celebrada en el estado norteamericano de Texas el 14 de marzo.
Esferas en núcleos de perforación
Sin embargo, Köberl y sus colegas han encontrado ahora pruebas del impacto de un meteorito ocurrido hace 3480 millones de años, la evidencia de impacto más antigua de la Tierra. Los anteriores poseedores del récord eran dos depósitos de impacto de 3470 y 3450 millones de años.
Las nuevas pruebas se presentaron en forma de pequeñas esferas de roca de menos de un milímetro de ancho cada una. Se hallaron en capas en una serie de perforaciones realizadas en Australia.
Las esferas pueden formarse de varias maneras. Una es cuando un meteorito golpea el suelo y crea una salpicadura de roca fundida, que se solidifica en diminutas gotitas.
La forma y la química delatan a un meteorito
Para determinar si estos glóbulos procedían del impacto de un meteorito, Köberl y sus colegas utilizaron una serie de sofisticadas técnicas para analizar su textura y composición química. “Las capas en las que se encontraron las esferas están dominadas por componentes
Entre otras cosas, los investigadores hallaron grandes cantidades de iridio, varios isótopos de osmio y minerales denominados “espinelas de níquel-cromo”. También contenían burbujas y formas características de mancuernas y lágrimas. Estas formas son habituales en las esferas de impacto debido a cómo se solidifican tras el impacto del meteorito. Las nuevas esferas son casi idénticas a las ligeramente más jóvenes halladas anteriormente en Australia y Sudáfrica.
El bombardeo de meteoritos formó la Tierra
Encontrar impactos de meteoritos antiguos es importante porque ayudan a reconstruir la historia de nuestro planeta. Las condiciones de la joven Tierra dependían en gran medida del número de meteoritos que llovían sobre la superficie en un momento dado. “Varias de estas capas globulares se han encontrado en varios núcleos de perforación, por lo que probablemente representen al menos dos, tal vez tres eventos individuales diferentes”, explicó Köberl. Los investigadores están estudiando las capas con más detalle para hacerse una idea más precisa del efecto que tuvieron en la Tierra los bombardeos de meteoritos de hace miles de millones de años.
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