Es solo el cuarto cráter de impacto recuperado en Europa occidental. La mayoría de los rastros de impactos de meteoritos han desaparecido debido a la erosión y la tectónica de placas.
Cerca de la ciudad de Béziers, en el sur de Francia, se encuentra la bodega “Domaine du Météore”. Y ese nombre se eligió por una razón. De hecho, las uvas crecen en un “agujero” de 200 metros de ancho y 30 de profundidad que se asemeja a un cráter de impacto. Ahora resulta que el nombre es algo más que una estratagema de marketing. Los investigadores han descubierto que el cráter se formó por el impacto de un meteorito.
Bombardeo de meteoritos en el pasado
Sabemos que, en un pasado lejano, la Tierra fue bombardeada durante mucho tiempo por rocas procedentes del espacio. Así, los científicos sospechan que durante los primeros mil millones de años de la historia de nuestro sistema solar, la Tierra fue bombardeada con meteoritos que se estrellaban. Aunque los meteoritos tienen una naturaleza destructiva que suele causar muerte y destrucción (pensemos en el impacto de meteoritos que puso fin a la era de los dinosaurios), también pueden tener un lado más amable. Por ejemplo, se cree que el impacto de meteoritos aportó gran parte del agua y los componentes básicos para la vida en la Tierra.
Los rastros han desaparecido
Sin embargo, es difícil encontrar pruebas de estas lluvias de meteoritos. Esto se debe a que la mayoría de los rastros han vuelto a desaparecer hace tiempo. Se debe a la erosión y a los procesos de desplazamiento de la corteza terrestre, conocidos como tectónica de placas. En la actualidad, la llamada “Base de Datos de Impactos Terrestres” contiene 190 cráteres de impacto confirmados, cuyo tamaño oscila entre unas pocas decenas de metros y cientos de kilómetros. En Europa occidental solo se conocían tres, uno en Francia y dos en Alemania. Sin embargo, debido a millones de años de erosión, estos tres cráteres de impacto apenas
Durante unas vacaciones
Sin embargo, esta corta lista puede ampliarse ahora. El investigador Frank Brenker visitó la bodega Domaine du Météore durante unas vacaciones en el sur de Francia. Los propietarios utilizan la hipótesis científica de hace décadas de que el viñedo está situado en un cráter de impacto de un meteorito como estratagema de marketing para vender su vino.
Hipótesis rechazada en el pasado
Aunque esta hipótesis fue propuesta por varios geólogos en los años 50, fue rechazada por aclamados colegas unos años más tarde. “Los cráteres pueden formarse de muchas maneras diferentes”, explica Brenker. “Y los cráteres de impacto de meteoritos son, de hecho, muy raros”. Aun así, a Brenker le parecieron poco convincentes las otras interpretaciones de cómo podría haberse formado el agujero redondo, visto desde una perspectiva geológica. Así que recogió muestras de rocas, que se llevaron al laboratorio de la Universidad Goethe de Fráncfort para su posterior análisis.
Resultados del análisis
Los resultados fueron sorprendentes. Y es que durante el análisis se encontraron indicios de que, después de todo, se trataba de un cráter de impacto. “El microanálisis mostró que las capas de color oscuro son posiblemente vetas de choque creadas por la trituración y rotura de la roca”, explica Brenker. También se encontraron pruebas de un tipo particular de roca, llamada brecha, que puede generarse durante los impactos de meteoritos.
El cráter cerca de la bodega “Domaine du Météore” fue causado realmente por el impacto de un meteorito. Imagen: Frank Brenker, Universidad Goethe de Frankfurt
Cuando Brenker viajó de nuevo a la bodega un año después, él y su colega descubrieron que el campo geomagnético en el cráter es ligeramente más débil que en la zona circundante. Esto es típico de los cráteres de impacto porque el impacto destroza o incluso funde la roca. Además, utilizando imanes potentes, los investigadores encontraron pequeñas esferas de óxido de hierro de hasta un milímetro de diámetro. Este tipo de esferas ya se habían encontrado en otros cráteres de impacto. “Se forman cuando el meteorito atraviesa la atmósfera o cuando se estrella y gran parte de la roca se funde y reacciona con el oxígeno del aire”, explica Berker.
Conclusión
En definitiva, basándose en todas las pruebas geológicas y mineralógicas disponibles, los investigadores llegan a una conclusión: efectivamente, un meteorito se estrelló en el “Domaine du Météore” en un pasado remoto.
La bodega está orgullosa. “Son vinos de otra dimensión”, proclaman en su página web. Además, también es una buena noticia para los interesados en la geología, afirma Brenker. “Todos los visitantes pueden experimentar ahora la energía liberada durante el impacto de un meteorito”, concluye.
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