Conozca a Kumimanu fordycei: el pingüino más grande que (que sepamos) haya existido jamás.
Los pingüinos emperador no son pequeños. Con más de un metro de longitud y un peso de entre 22 y 45 kilos, son los pingüinos más grandes y pesados de todos los seres vivos. Sin embargo, debían de ser muy inferiores a Kumimanu fordycei, una especie de pingüino recién descubierta en Nueva Zelanda. Se dice que este “pingüino monstruo” llegó a pesar ¡más de 150 kilos!
Descubrimiento
Los investigadores hallaron los restos fósiles del pingüino gigante en antiguos cantos rodados de una playa de North Otago, situada en la Isla Sur de Nueva Zelanda. Sospechan que los restos tienen entre 55 y 60 millones de años, lo que significa que Kumimanu fordycei pisó la Tierra entre cinco y diez millones de años después de la extinción de los dinosaurios.
El más grande de la historia
El equipo utilizó escáneres láser para crear modelos digitales de los huesos y poder compararlos con los de otras especies fósiles y pingüinos actuales. Para calcular el tamaño y el peso de Kumimanu fordycei, los investigadores midieron cientos de huesos de pingüinos vivos. Esto llevó a la asombrosa conclusión de que se trataba de un espécimen realmente gigante, que debía de medir hasta tres cabezas más que los pingüinos contemporáneos y pesar unos 154 kilogramos. Esto lo convierte (hasta donde sabemos) en el pingüino más grande que ha existido jamás.
El esqueleto de Kumimanu fordycei, Petradyptes stonehousei y un pingüino emperador contemporáneo, uno al lado del otro. Imagen: Dr. Simone Giovanardi
Los investigadores están asombrados por su descubrimiento. “Los fósiles nos ofrecen pruebas de la historia de la vida”, afirma el investigador Daniel Field. “Y a veces esas pruebas son realmente sorprendentes”.
Hallazgos anteriores
Por cierto, no es la primera vez que los investigadores tropiezan con los restos de un pingüino gigante en Nueva Zelanda. En 2019, por ejemplo, desenterraron los restos de C. waiparensis; un pingüino de 1,60 de largo que pesaba alrededor de 70-80 kilogramos. Y dos años antes también se descubrieron restos de un pingüino gigante, que debía medir 1,70 metros y pesar unos 100 kilogramos. Al parecer, Nueva Zelanda está plagada de restos de pingüinos monstruosos. “Muchos pingüinos del pasado alcanzaron tamaños enormes, al lado de los cuales los pingüinos más grandes que viven hoy en día no parecen casi nada”, afirma Field.
¿Por qué crecieron tanto?
Una pregunta acuciante es por qué estas aves marinas crecieron tan desproporcionadamente. “Es posible que esto fuera útil en el agua”, especula el investigador Daniel Ksepka. “Ser grande tiene muchas ventajas. Por ejemplo, un animal más grande puede capturar presas más grandes. Pero lo más importante es que les facilitaba mantener su propia temperatura corporal en agua fría. Es muy posible que estos pingüinos grandes y pesados consiguieran extenderse desde Nueva Zelanda a otras partes del mundo”.
También hallaron al Petradyptes stonehousei
Además de los restos de Kumimanu fordycei, los investigadores también desenterraron los restos de otra especie de pingüino aún desconocida, escriben en Journal of Paleontology. Este pingüino, al que se ha dado el nombre de Petradyptes stonehousei, es mucho más pequeño que el Kumimanu fordycei, ya que pesa unos 50 kilos, pero sigue siendo muchas veces mayor que el pingüino emperador actual.
Evolución
Los dos pingüinos recién descubiertos arrojan luz sobre la evolución de estos animales a lo largo del tiempo. Por ejemplo, probablemente se encuentren entre los primeros pingüinos. El equipo observa que las dos especies poseen rasgos primitivos, como huesos de aletas delgados y uniones musculares similares a las de las aves voladoras. Además, el enorme tamaño de ambos pingüinos demuestra que el gigantismo evolucionó pronto en el linaje de los pingüinos.
Por qué se extinguieron los pingüinos es una cuestión que aún no se ha resuelto. Los investigadores esperan aprender más sobre estas aves poco comunes en el futuro. “Kumimanu fordycei debió de ser un espectáculo extraordinario en las playas de Nueva Zelanda hace 57 millones de años”, afirma Field. “La combinación de su enorme tamaño y la naturaleza incompleta de sus restos fósiles la convierten en una de las aves fósiles más intrigantes jamás encontradas. Esperemos que futuros descubrimientos de fósiles arrojen más luz sobre la biología de este sorprendente pingüino primitivo”.
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