Cada persona tiene un ritual de sueño diferente. Algunas personas dormitan con una serie o se quedan dormidas leyendo. Otros confían en los relajantes tonos de Spotify. Pero, ¿qué tonos?
Un análisis de más de 200 000 canciones profundiza en las propiedades de la música que induce al sueño: ¿con qué tipo de música se cierran invariablemente los párpados? ¿Hay ciertos ritmos, instrumentos musicales y estilos más comunes en las listas de reproducción de música relajante que induce al sueño? Lo más probable es que se seleccionara poco hardstyle o death metal, pero no lo sabemos con certeza, ya que se han realizado muy pocas investigaciones científicas en este campo.
Con un ritmo rápido
Investigadores daneses recogieron datos y armaron un enorme catálogo musical. Llegaron a la conclusión de que la música para dormir es más tranquila, más lenta y más a menudo acústica que la lista musical media. Hasta ahora, pocas sorpresas. Sin embargo, los análisis de las listas de reproducción de Spotify que la gente utiliza para conciliar el sueño incluyen canciones más rápidas, ruidosas y
Para comprender mejor las características de la música para dormir, los daneses analizaron 225 626 canciones de 985 listas de reproducción de Spotify incluidas en la categoría de descanso y sueño. Enumeraron las características sonoras de las pistas de sueño y las compararon con un amplio conjunto de datos compuesto por música lo más general posible. Este análisis demostró que la música para dormir tendía a ser más suave y lenta que el resto de la música. Con relativa frecuencia, faltaban letras y voces, mientras que los instrumentos acústicos estaban claramente sobrerrepresentados en el género inductor del sueño. No obstante, los investigadores encontraron una gran diversidad de características musicales en las canciones tranquilizadoras. Para ello, el grupo de investigación identificó seis subcategorías diferentes.
Música pop conocida
En tres de estas subcategorías se reconocen muy claramente las características típicas de la música para dormir, como la música ambiental. Se trata de un estilo de música tranquila con sonidos electrónicos sin un ritmo real, lo que la convierte en una excelente canción de cuna. Sin embargo, la música de las otras tres subcategorías es más atípica. Este tipo de canciones suenan más alto y con más energía que la música para dormir habitual. Piensa en canciones populares como Dynamite, del grupo BTS, y Lovely, de Billie Eilish y Khalid.
Preferencia individual
“Mediante el análisis de datos, descubrimos que la música utilizada para dormir puede clasificarse en varios subgrupos”, explica la investigadora Kira Vibe Jespersen. “Algunos eran relativamente similares a la media de música para dormir, como la música ambiental y el grupo instrumental, tipos de música que cabría esperar que la gente empleara para conciliar el sueño. Pero otras agrupaciones tenían un perfil más enérgico y animado, incluyendo letras, como en la agrupación de radio, así como en las agrupaciones de radio acústica y locuciones. Estos perfiles eran en gran medida los mismos que la música pop general que se escucha en la radio y, por tanto, bastante sorprendentes en un contexto de sueño. Los resultados ponen de relieve la importancia de tener en cuenta las preferencias individuales. Amplía nuestro enfoque de las características de audio a otros factores, como la preferencia y la familiaridad”.
Mucha variación
Esto sorprendió al investigador. “Por investigaciones anteriores, sabemos que las preferencias individuales desempeñan un papel importante en la elección de la música, sea cual sea su finalidad, incluido el sueño, según se desprende ahora. Muchas personas parecen elegir música de los géneros que normalmente también escuchan. Y luego, si se trata de música con la que están muy familiarizados, la previsibilidad puede hacer que una canción sea adecuada para conciliar el sueño, independientemente del tempo o el volumen”. Que la elección de la música para conciliar el sueño sea tan amplia, por cierto, no lo había previsto el investigador. “Esperaba que hubiera variaciones en la elección de la música, pero me sorprendió el grado de variación. Era mucho mayor de lo que pensaba”.
Cada persona es diferente
Es probable que otras características personales también influyan en la elección de la música para dormir, pero eso requiere más investigación. “Creo que la edad y la personalidad son factores importantes a tener en cuenta a la hora de analizar, por ejemplo, el uso de la música para conciliar el sueño. Por desgracia, no teníamos acceso a información demográfica sobre los usuarios”, afirma Jespersen.
Estudios anteriores ya demostraron que escuchar música antes de acostarse puede mejorar la calidad del sueño. “No importaba si la música era elegida por el investigador o por los participantes, que podían elegir entre diferentes listas de reproducción y géneros. Pero en ambos casos, la música de estos estudios era suave y lenta. El mensaje principal de nuestro estudio es acertado: no existe una ‘talla única’ en lo que respecta a la música para dormir”, concluye el investigador.
Sin comentarios