Muchos aviones tienen pilotos automáticos, pero solo pueden utilizarse en determinadas circunstancias. Ahora Airbus está probando un piloto automático capaz de elegir el aeropuerto seguro más cercano, aterrizar un avión e incluso rodarlo hasta la terminal.
Airbus está probando un piloto automático capaz de aterrizar un avión de forma autónoma y llevarlo a la terminal en caso de emergencia. Si los aviones son capaces de hacer esto, ¿pronto volaremos sin piloto humano a bordo?
¿Qué es un piloto automático?
El primer piloto automático apareció en 1912, pero era extremadamente limitado. Un giroscopio y un altímetro conectados mecánicamente a los mandos podían mantener el avión en un rumbo y una altitud determinados. A pesar de estas limitaciones, el sistema alivió a los pilotos. Por ejemplo, podrían mirar hacia abajo durante más tiempo para leer sus cartas o instrumentos sin preocuparse por desviarse del rumbo.
Con el paso del tiempo, los pilotos automáticos fueron mejorando. En 1947, un avión de transporte C-54 modificado realizó una serie de vuelos de prueba automáticos entre destinos situados a miles de kilómetros de distancia. Incluso aterrizó en la pista, aunque el piloto humano informó de que provocó algunos “aterrizajes forzosos”.
Hoy tenemos incluso aviones espaciales sin tripulación. Se lanzan mediante cohetes, pueden volar de forma autónoma en órbita durante varios años y aterrizar por sí mismos. También hay drones militares, comerciales e incluso de juguete que pueden volar sin piloto humano. Pero la normativa para el transporte de cientos de pasajeros es obviamente más estricta.
¿En qué se diferencia de los pilotos automáticos modernos?
El último sistema de Airbus, DragonFly, es quizá el piloto automático más avanzado hasta la fecha. La empresa afirma que se trata de un dispositivo de seguridad de emergencia más que de una herramienta de uso cotidiano. Si los pilotos no pueden volar, DragonFly puede averiguar cuál es el mejor aeropuerto, aterrizar el avión e incluso llevarlo hasta la terminal para que los pasajeros puedan desembarcar.
Aunque la mayoría de los aviones modernos ya son capaces de aterrizar por sí mismos en caso de emergencia, dependen del sistema de aterrizaje por instrumentos (ILS) en tierra. Que emite un cono de señales de radio para guiar a un avión hasta la pista. Como DragonFly está diseñado para aterrizar rápidamente en el aeropuerto más cercano, que puede no tener un ILS, dispone de cámaras de vídeo que el ordenador de vuelo puede utilizar para aterrizar con éxito la aeronave. Con esas mismas cámaras, también puede rodar de forma autónoma. Algunos aviones también pueden despegar con el piloto automático, pero no se emplea.
¿Desaparecerán algún día los pilotos humanos?
DragonFly será un último recurso más que algo de uso cotidiano, afirma un portavoz de Airbus. Desde luego, no es el primer paso hacia un avión sin pilotos humanos. “No tratamos de sustituirlos, sino de mejorar la seguridad”.
El experto en aviación Antonios Tsourdos, de la Universidad británica de Cranfield, afirma que los aviones modernos están bajo control informático el 95 % del tiempo de vuelo. Sin embargo, subraya que los pilotos humanos siguen siendo vitales. “El problema, por supuesto, es que ese 5 % o menos puede no ser una gran proporción, pero suele ser la parte difícil”, afirma.
Tsourdos afirma que es muy poco probable que pronto tengamos vuelos comerciales sin pilotos. “El papel de los pilotos puede cambiar con los años y convertirse en supervisores. Creo que, desde el punto de vista de la seguridad, es poco
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