Sin duda, es un descubrimiento escabroso y misterioso en Eslovaquia. ¿Qué podría haberles ocurrido a estas pobres víctimas?
Durante unas excavaciones en Vráble (Eslovaquia), los arqueólogos se toparon con los restos de 38 personas. Los restos estaban esparcidos por una superficie de unos 15 metros cuadrados. Algunos yacían sobre otros, otros yacían uno junto al otro y otro yacía de espaldas con las extremidades abiertas, posiciones que sugieren que los muertos no fueron enterrados con cuidado. Además, todos los esqueletos tienen un escalofriante detalle en común: salvo un bebé, a todos les falta la cabeza.
Yacimiento Vráble-Vešlke Lehemb
Los restos se encontraron en el yacimiento arqueológico de Vráble-Vešlke Lehemb (Eslovaquia), uno de los mayores asentamientos del Neolítico temprano de Europa central. Los científicos sospechan que hasta 80 casas estuvieron habitadas simultáneamente en aquella época, una densidad de población excepcional para este periodo. En los últimos años, el yacimiento ya ha sido objeto de numerosos estudios. Ello condujo al descubrimiento de fosas comunes con ajuar funerario en los límites del asentamiento. En la zanja que rodeaba el asentamiento, los investigadores se sorprendieron al encontrar algunos esqueletos parciales decapitados.
Ya el año pasado, los arqueólogos encontraron esqueletos sin cabeza en el yacimiento. Y ahora parece que hay más víctimas. “Esperábamos encontrar más esqueletos humanos, pero esto superó todas las expectativas”, afirma el director del proyecto, Martin Furholt.
Preguntas que se hacen los arqueólogos
A medida que se recuperaban los esqueletos, empezaron a surgir las primeras preguntas. ¿Fueron estas personas asesinadas violentamente hace unos 7000 años, tal vez incluso decapitadas? ¿Cómo y cuándo se retiraron las cabezas? ¿O esto solo ocurrió después de que los cadáveres se descompusieran? ¿Hay indicios de causas de muerte, como enfermedades? ¿En qué orden fueron colocados en la zanja, podrían haber muerto al mismo tiempo? ¿O no se trata en absoluto de una fosa común, sino que con el tiempo se fueron añadiendo nuevas personas?
Las posiciones de los cadáveres
Las posiciones en las que se encontraron los esqueletos levantan una punta del velo. Por ejemplo, parece que la mayoría fueron arrojados o rodaron por la cuneta. “Es posible que cuerpos ya esqueléticos fueran empujados al centro de la fosa para dejar paso a otros nuevos”, explica la investigadora Katharina Fuchs. “Algunos esqueletos aún conservan la primera vértebra cervical, lo que indica una extracción cuidadosa de la cabeza y no una decapitación violenta o despiadada. Sin embargo, todo esto son observaciones preliminares que deben confirmarse en investigaciones de seguimiento.”
La fosa común, en la que se encontraron decenas de individuos sin cabeza. Imagen: Prof. Dr. Martin Furholt, Instituto de Arqueología Prehistórica y Protohistórica/Universidad de Kiel
Los investigadores esperan averiguar cómo acabaron estas 38 personas. “Podría parecer obvio suponer una masacre”, afirma la investigadora Maria Wunderlich. “Quizás incluso relacionado con ideas mágicas o religiosas. Los conflictos bélicos también pueden haber desempeñado un papel, tal vez peleas entre comunidades aldeanas o dentro de este gran asentamiento. La cuestión es si las víctimas fueron asesinadas o si se trataba de un culto especial a la muerte que no tenía nada que ver con la violencia.”
¿Y quiénes eran?
Además, el equipo espera averiguar más cosas sobre los esqueletos encontrados en investigaciones posteriores. Por ejemplo, ¿eran todos de la misma edad o representan una muestra representativa de la sociedad? ¿Estaban emparentados entre sí o con otros muertos de Vráble? ¿Eran de aquí o venían de lejos? ¿Compartían una dieta similar? Es de esperar que el análisis del ADN y la datación por radiocarbono den respuesta a algunas de estas preguntas. Aunque llegar hasta el final seguirá siendo todo un reto. “En las fosas comunes desordenadas, solemos basar la identificación de una persona en el cráneo”, afirma Furholt. Y que eso sea exactamente lo que falta. “Nos enfrentamos a una situación de excavación
En resumen, para desentrañar el misterio de los esqueletos decapitados queda mucho trabajo por hacer. Por tanto, no está dicha la última palabra sobre este asunto. “Hay muchas posibilidades y es importante estar abierto a nuevas ideas”, afirma Wunderlich. “Pero no cabe duda de que este hallazgo es absolutamente único para el Neolítico europeo”.
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