Los hombres de la Edad de Piedra parecen haber registrado los hábitos reproductivos de los animales con marcas en pinturas rupestres. Esto significaría que utilizaban una forma primitiva de escritura.
Es posible que los habitantes de la Edad de Piedra que vivían en Europa hace 20 000 años idearan una forma sencilla de escritura para registrar los hábitos de los animales que cazaban. Así se desprende de un estudio sobre misteriosos símbolos en artefactos y pinturas rupestres publicado en la revista Cambridge Archaeological Journal. De confirmarse, se trataría de la protoescritura más antigua conocida, con más de 10 000 años de antelación respecto al actual poseedor del récord.
Pinturas rupestres
En al menos 400 cuevas de Europa, como Lascaux y Chauvet en Francia y Altamira en España, se han encontrado pinturas rupestres en las paredes realizadas por grupos de Homo sapiens de hace unos 42 000 años. Además de dibujos de bisontes, ciervos y caballos, hay muchos símbolos gráficos, como líneas, cruces, puntos y estrellas. Su significado ha sido objeto de debate durante mucho tiempo.
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Por ejemplo, un motivo habitual es la imagen de un animal con una serie de líneas y puntos encima o al lado. Estos símbolos también se encuentran en numerosos objetos de vestir, como huesos tallados.
Ben Bacon, investigador independiente de Londres interesado en la escritura antigua, decidió investigar estas imágenes. Recopiló una base de datos de imágenes de animales y sus símbolos gráficos asociados representados en paredes de cuevas u objetos portátiles hace entre 20 000 y 10 000 años. Este es el periodo en el que se crearon la mayoría de estos motivos. A continuación buscó patrones en los datos, primero con ayuda de hojas de cálculo y luego con herramientas estadísticas. “Si puedes encontrar patrones, entonces puedes empezar a trabajar en el significado”, dice Bacon.
Extraños símbolos en pinturas rupestres
Bacon observó que ciertos patrones eran especialmente comunes. Encontró 606 imágenes de animales combinadas con una secuencia de puntos o líneas. Los caballos, por ejemplo, solían tener tres marcas, mientras que los mamuts tenían cinco. También encontró 256 casos de estos caracteres junto a un símbolo Y, que solía ser el segundo en la secuencia.
Para averiguar qué podrían significar estos patrones, Bacon reclutó a un equipo formado por el arqueólogo Paul Pettitt, de la Universidad de Durham (Reino Unido), y Tony Freeth, del University College de Londres, que descubrió funciones desconocidas del antiguo mecanismo griego de Anticitera, una calculadora astronómica.
Una de las líneas de investigación fue la correspondencia entre los patrones de los símbolos y los hábitos reproductivos de las especies representadas, como ciervos, ganado salvaje, uros, mamuts y caballos. Piensa en cosas como el mes en el que los animales se aparean y dan a luz.
Calendario lunar
El análisis muestra que las marcas forman un calendario lunar que comienza al principio de la primavera, y cada línea o punto indica un mes. El número de marcas de una serie indica cuántos meses después del inicio de la primavera comienza la época de apareamiento de un animal concreto, mientras que la posición de la marca E indica el mes en el que dan a luz a las crías.
“Es exactamente el tipo de cosas que esperaba que registraran los cazadores-recolectores del Paleolítico”, afirma Pettitt. “Si algo valía la pena grabar más allá de la memoria, eran los animales. Especialmente en las épocas del año en que se congregaban los animales de presa, cruciales para los cazadores, y estaban ocupados apareándose y pariendo. Tiene todo el sentido del mundo”.
Sorprendentemente estable
Este sistema de calendario parece haber sido notablemente estable. Se utilizó durante al menos 10 000 años en distintas zonas, como la actual España, Francia y Europa central. De este modo, la información se transmitía de generación en generación.
Pinturas rupestres
“Es una teoría muy interesante”, afirma la paleoantropóloga Genevieve von Petzinger. “El siguiente paso sería probar esta idea en una base de datos más amplia de conjuntos de símbolos”, afirma. La antropóloga Karenleigh Overmann, de la Universidad estadounidense de Colorado Springs, cree que el estudio es un paso en la dirección correcta, pero no está convencida de que los signos gráficos constituyan un calendario.
“Resulta más difícil de lo que se piensa distinguir qué es exactamente un signo Y o una línea en pinturas rupestres de decenas de miles de años de antigüedad”, afirma. “Pienso que la definición de lo que constituye uno de estos símbolos es un poco problemática”.
Si los análisis posteriores confirman este sistema calendárico, tendremos que revisar nuestra concepción del origen de la escritura. El primer sistema de escritura completo, el cuneiforme, surgió hacia el 3500 a. C. A este le precedió un sistema de protoescritura que se remonta a las piedras contadoras de arcilla aparecidas hace unos 10 000 años.
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