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Descubren raras momias de cocodrilo: carecen de técnicas clave de momificación
lunes, enero 23, 2023

Descubren raras momias de cocodrilo: carecen de técnicas clave de momificación

Investigadores descubren momias de cocodrilos

Se descubrió que el siglo V a. C. los antiguos egipcios momificaban cocodrilos de una forma única.

Las momias de animales se encuentran a menudo en yacimientos arqueológicos de Egipto. Pero aunque existen varios centenares de cocodrilos momificados en museos de todo el mundo, no se han estudiado a menudo en profundidad. Por ello, la investigadora belga Bea De Cupere y sus colegas españoles decidieron someter a un análisis más detallado a diez cocodrilos momificados hallados en tumbas de piedra de Qubbat al-Hawa, en la orilla occidental del Nilo, cerca de Asuán.

Puente entre el hombre y Dios

Muchos nobles y sacerdotes fueron enterrados en este lugar. ¿Querían llevarse los animales al reino de los muertos como, por ejemplo, el oro y las joyas? No tiene por qué ser así, explica De Cupere. “En general, las momias de animales pueden dividirse en cuatro tipos diferentes: mascotas que eran enterradas con sus dueños; momias como ofrendas de comida para las personas en sus funerales; animales sagrados, que eran venerados en vida y momificados con esplendor a su muerte; y momias votivas, que se dedicaban como ofrendas a los santuarios de dioses específicos para los que estos animales eran sagrados”, explica. “Es muy probable que los cocodrilos de Qubbet al-Hawa puedan considerarse momias votivas, dedicadas al dios Sobek. Estos animales encarnaban el espíritu del dios Sobek y eran sacrificados como intermediarios entre el hombre y el dios. A través de la momificación, era posible conectar el mundo humano con la esfera divina”.

Cocodrilo completo. Imagen: De Cupere et al, 2023, PLOS ONE
Momias de cocodrilo de calidad variable recién descubiertas en una tumba intacta de Qubbat al-Hawā (Asuán, Egipto)

Las momias consistían en cinco cráneos separados y cinco esqueletos parciales. Los investigadores pudieron estudiarlos sin tener que desenvolverlos ni utilizar tomografías computarizadas. De Cupere explica sobre el proceso de momificación: “Se supone que los animales fueron depositados primero en la superficie, en otro lugar o enterrados en un entorno arenoso donde los cuerpos pudieran secarse de forma natural. A continuación, los cuerpos eran envueltos en lino y esteras de hojas de palmera y llevados a la tumba, donde eran depositados. Durante el proceso de momificación, algunos cocodrilos resultaron dañados, mientras que otros se conservaron bien”, explica el investigador.

Lesiones no extirpadas

“En el caso de los cinco cráneos aislados, las cabezas se extrajeron cuando los cocodrilos ya estaban deshidratados. Las vendas de lino y las esteras no se conservaron en la tumba, lo que nos permitió estudiar y medir los huesos”, prosigue. Basándose en la forma de los cocodrilos, se pudieron identificar dos especies: el cocodrilo de África Occidental y el cocodrilo del Nilo. Medían entre 1,5 y 3,5 metros de largo. Lo que llama la atención es que el método de momificación es diferente al de otros yacimientos. Lo más notable es que no se encontraron pruebas del uso de betún (líquido procedente del petróleo) ni de evisceración, que normalmente forman parte de la momificación.

Los Ptolemaicos

Entre otras cosas, esto puede explicar el periodo en que tuvo lugar la momificación. “Basándonos en el contexto arqueológico en el que se encontró la tumba del cocodrilo y debido al hecho de que no se utilizó betún durante el proceso de momificación, se cree que la tumba del cocodrilo puede datarse en el periodo pre-ptolemaico, antes del 300 a. C. aproximadamente”, explica el investigador. Los Ptolomeos gobernaron Egipto entre el 305 y el 30 a. C. tras la muerte de Alejandro Magno y eran una dinastía real procedente de Macedonia.

¿Por qué a este pueblo le gustaba momificar cocodrilos? “Estas momias están relacionadas con el culto al dios Sobek”, explica el investigador De Cupere. “Sobek es el dios de la fertilidad del Nilo, entre otras cosas, y se le representaba como un cocodrilo o un hombre con cabeza de cocodrilo. En Kom Ombo, 50 kilómetros al norte, hay un cementerio asociado al culto de Sobek. Las momias de cocodrilo de Qubbet al-Hawa indican que el culto a Sobek estaba más extendido de lo que generalmente se supone y también que data de un periodo anterior al de Kom Ombo”.

Una investigación complicada

Además de cocodrilos, hay muchas otras momias de animales. Estos también nunca se examinan, porque sencillamente es difícil, dice el investigador. “Además de cocodrilos, hay momias de muchas especies animales diferentes. Las más famosas son las momias de gatos, pero también se momificaron perros, babuinos, serpientes, ibis y aves rapaces. Estas momias se examinan en la medida de lo posible, pero a menudo resulta difícil porque están vendadas con lino o muy embadurnadas de betún. Por ello, a menudo solo pueden estudiarse mediante radiografía o tomografía computarizada. Y es difícil examinar tales momias osteomorfológica u osteométricamente. No fue el caso de los cocodrilos de Qubbet al-Hawa, donde no se conservó el lino ni se utilizó betún durante la momificación”.

Faltan mejorar algunas cosas 

Es importante comparar momias de distintos yacimientos arqueológicos para identificar tendencias a lo largo del tiempo en cuanto al uso de animales y el proceso de momificación. Pero este estudio tiene algunas limitaciones, como la falta de ADN antiguo y de radiocarbono, que serían útiles para determinar mejor la datación de los restos. No obstante, futuros estudios podrán emplear estas técnicas y, de este modo, conocer mejor las prácticas culturales de los antiguos egipcios. “Sería ideal comprobar la identificación de la especie con análisis de ADN y datar la tumba del cocodrilo con datación por radiocarbono”, dijo De Cupere.

Es un hallazgo único

Para el investigador, los resultados fueron sorprendentes. “Se trata de un yacimiento excepcional de momias de cocodrilo, cinco más o menos completas, animales de gran tamaño y cinco cráneos, en una tumba intacta. Y no hay pruebas de ninguna técnica especial de preparación de las momias, por ejemplo, que se les hayan quitado los intestinos o que haya rastros del uso de betún”. Esto hace que el descubrimiento de las momias de cocodrilo sea muy especial.

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