Beber mucha agua es saludable. Lo sabemos, pero el hecho de que se pueda vivir más tiempo si se está bien hidratado es bastante sorprendente.
Los adultos que beben mucha agua parecen estar más sanos, sufren menos enfermedades crónicas de corazón y pulmón y viven más que los que no ingieren suficiente líquido. Esta es la conclusión de los investigadores del Instituto Nacional de Salud de EE. UU. (NIH).
Vivir más
Estudiaron los niveles de sodio en sangre y otros indicadores de salud de más de 11 000 adultos durante un periodo de 30 años. Cuanto más sodio haya en la sangre, menor será la ingesta de líquidos. Junto con el cloruro, el sodio es el componente más importante de la sal. El estudio descubrió que los adultos con niveles más altos de sodio tenían más probabilidades de desarrollar enfermedades crónicas y mostrar signos de envejecimiento biológico que aquellos con niveles medios de sodio. También murieron, por término medio, a una edad más temprana. “Los resultados demuestran que una hidratación adecuada puede ralentizar el proceso de envejecimiento y garantizar una vida más larga, libre de enfermedades”, afirma la investigadora Natalia Dmitrieva. El estudio se basa en una investigación de marzo de 2022, que también halló ya una relación entre unos niveles más altos de sodio y un mayor riesgo de insuficiencia cardiaca.
Nivel de sodio
Para el estudio actual, los investigadores estudiaron la información de cinco revisiones médicas de los participantes. Las primeras tuvieron lugar a los cincuenta años y las últimas cuando tenían entre 70 y 90 años. No se incluyó a quienes tenían niveles elevados de sodio o problemas de salud subyacentes al inicio del estudio para poder comparar mejor los resultados.
A continuación, los investigadores analizaron los niveles de sodio en sangre frente al envejecimiento biológico en función de 15 indicadores de salud, como la tensión arterial, el colesterol y los niveles de azúcar en sangre. Se realizaron ajustes en función de factores como la edad, el sexo, la hipertensión arterial y el hábito de fumar.
Enfermedades crónicas
Esto demostró claramente que los adultos con niveles de sodio superiores a los normales eran más propensos a mostrar signos de envejecimiento. Su salud cardiovascular, metabolismo, función pulmonar y niveles de inflamación estaban en peor estado. Las personas con niveles de sodio superiores a 142 mEq/L (cuando lo normal es entre 135 y 146 mili-equivalentes por litro) tenían entre un 10 y un 15 % más de probabilidades de ser biológicamente mayores de su edad real, en comparación con las que tenían entre 137 y 142 mEq/L.
Si los participantes tenían más de 144 mEq/L de sodio en sangre, esa probabilidad aumentaba en un 50 %. Este último grupo también tenía un 21 % más de probabilidades de morir prematuramente y un 64 % más de probabilidades de padecer enfermedades crónicas como enfermedades cardiovasculares, diabetes o enfermedades pulmonares crónicas. Los que tenían niveles de sodio entre 138 y 140 presentaban el menor riesgo de desarrollar enfermedades crónicas.
Beber mucha agua
Los investigadores subrayan que no se trata de una relación causal, pero sí de un indicador de que estar bien hidratado favorece la salud. “Las personas con un nivel de sodio igual o superior a 142 pueden beneficiarse de una mayor ingesta de líquidos”, afirma Dmitrieva. Afirma que es perfectamente seguro beber más agua hasta alcanzar el nivel recomendado. Otros líquidos o frutas y verduras con un alto contenido en líquidos también ayudan a hidratarse mejor, añade.
La recomendación es que las mujeres ingieran de 6 a 9 vasos o de 1,5 a 2,2 litros de líquido. Los hombres deben esforzarse aún más y beber de 8 a 12 vasos (de 2 a 3 litros) de agua u otra cosa. Por cierto, es un mito que el café deshidrate. Así que puedes contar tu taza de consuelo. Si tiene problemas de salud subyacentes, por ejemplo si toma medicamentos con efectos diuréticos, es posible que tenga que beber aún más. Puede consultar a su médico al respecto.
Principales consecuencias
Podría pensarse que es fácil ingerir suficiente líquido, pero los estudios demuestran que alrededor de la mitad de la población mundial no alcanza la ingesta diaria recomendada de al menos 1,5 litros de agua. “Esto puede tener graves consecuencias”, afirma Dmitrieva. “La disminución de los niveles de líquidos en el organismo es la principal causa del aumento de los niveles de sodio en la sangre. Por eso, una buena hidratación podría ralentizar el proceso de envejecimiento y prevenir enfermedades crónicas”.
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