La calidad del aire interior dista mucho de ser siempre buena. Afortunadamente, ahora es bastante fácil fabricar uno mismo un filtro de aire, que resulta muy eficaz.
En tiempos de la pandemia del coronavirus, se desarrolló la caja Corsi-Rosenthal. Se suponía que este sencillo filtro de aire mantendría alejadas las partículas de virus. Pero, ¿hizo lo que se suponía que tenía que hacer? Según un nuevo estudio de la Universidad de Brown, sí. Y la caja no solo es eficaz en la lucha contra el Covid-19, sino que también puede ser útil ahora, después de la pandemia, para limpiar el aire del hogar.
Aire insalubre en el hogar
Cuando hablamos de contaminación atmosférica, a menudo pensamos en el aire sucio del exterior debido a las emisiones de los coches o las fábricas, pero el aire interior tampoco suele ser nada del otro mundo. Cocinar, encender velas o chimeneas empeora la calidad del aire, lo que puede ser perjudicial para la salud.
Los purificadores de aire comprados en tiendas suelen ser caros y poco eficaces. Por eso la caja Corsi-Rosenthal es una solución ideal. “Nuestro estudio demuestra que un filtro de aire barato y fácil de fabricar protege contra las enfermedades, no solo de los virus, sino también de las sustancias químicas”, explicó el investigador principal, Joseph Braun, de Brown. “Este tipo de intervención sanitaria muy accesible puede ayudar a la gente a tomar medidas para mejorar la calidad del aire en sus hogares y beneficiar así su salud”.
Cómo hacerla
Ahora la pregunta es: ¿cómo se consigue una de estas cajas Corsi-Rosenthal? No es tan difícil: puedes conseguir todas las piezas en la ferretería. Lo que necesitas son cuatro filtros MERV-13, cinta aislante, un ventilador de caja y una caja de cartón. Los estudiantes de Brown fabricaron algunos de los dispositivos y los distribuyeron por el campus. Para averiguar la eficacia de los purificadores de aire, se midió la cantidad de contaminantes antes de encender el ventilador y cuando el aparato estaba en funcionamiento.
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| La caja Corsi-Rosenthal. Foto: Ken Zirkel |
El sistema de filtración dio muy buenos resultados: las concentraciones de PFAS y ftalatos, entre otros, disminuyeron considerablemente en las 17 salas donde se realizaron las mediciones a principios de este año. La cantidad de PFAS en el aire disminuyó entre un 40 % y un 60 %. La concentración de ftalatos, presentes en materiales de construcción y productos de cuidado personal, entre otros, descendió entre un 30 % y un 60 %.
Problemas de salud causados por los PFAS
Los PFAS y los ftalatos están relacionados con diversos problemas de salud, como asma, respuesta deficiente a las vacunas, bajo peso al nacer, peor desarrollo cerebral en los niños, problemas metabólicos, alteración de la función hormonal y algunos cánceres, afirma Braun, que estudia el efecto de estas sustancias químicas en la salud.
“Así que la reducción de PFAS y ftalatos es una gran ventaja añadida de las cajas Corsi-Rosenthal”, afirma Robin Dodson, coinvestigadora. “Estos filtros son accesibles, fáciles de fabricar y relativamente baratos, y ya se utilizan en universidades y hogares de todo el país”.
Gran ventaja añadida
Uno de los inventores de las cajas filtrantes, el investigador Richard Corsi, explica: “La caja Corsi-Rosenthal se desarrolló originalmente como una forma sencilla de limpiar el aire de partículas de virus durante la pandemia del coronavirus. El hecho de que las cajas también sean eficaces para filtrar el aire contaminado es un descubrimiento fantástico. Es estupendo que los investigadores hayan demostrado que dos tipos nocivos de contaminantes de interior, los PFAS y los ftalatos, pueden ser filtrados por las cajas.” El otro inventor, Jim Rosenthal, está de acuerdo. “Esta investigación demuestra que los filtros de aire no solo filtran las partículas de coronavirus, sino también otros contaminantes de interior”.
Contaminación acústica
Un pequeño inconveniente de las cajas Corsi-Rosenthal es el ruido: el nivel de ruido en una habitación sube 5 decibelios durante el día y 10 decibelios por la noche. Esto podría distraer, por ejemplo, en una clase o en un despacho. Pero, según Braun, los beneficios para la salud compensan con creces las desventajas del ruido adicional. “Los filtros de caja hacen algo de ruido. Pero puedes construirlos fácilmente por menos de 100 dólares la unidad con algunos materiales de ferretería. No solo son muy eficaces, sino también ampliamente desplegables”.
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