Los fósiles hallados de hace un millón de años predicen la respuesta de las tortugas modernas al calentamiento global.
Las tortugas existen desde hace cientos de millones de años y probablemente ya recorrían el planeta cuando el primer dinosaurio aún no había salido del huevo. Han sobrevivido por los pelos a muchas extinciones masivas gracias a su resistencia evolutiva, incluido el desastre ecológico que acabó con los dinosaurios. Dado que los fósiles de tortuga suelen estar muy bien conservados y que el animal sigue caminando prácticamente con el mismo diseño después de tanto tiempo, la tortuga es un objeto de investigación ideal para rastrear el impacto del cambio climático.
Migración de las tortugas
Los hallazgos fósiles nos muestran la distribución de las antiguas tortugas hace millones de años, cuando el planeta era más cálido que hoy. Así, los paleobiólogos pueden estimar cómo reaccionarán las tortugas actuales a los cambios de su entorno debidos al cambio climático inducido por el hombre. Es probable que el hábitat de las tortugas se convierta en inhabitable para ellas. Sin embargo, surgirán nuevas zonas donde las tortugas puedan prosperar, si consiguen adaptarse a tiempo.
Los científicos del clima predicen que la temperatura global aumentará más de 1,5 grados en las próximas décadas. Esto puede no parecer gran cosa, pero está provocando grandes cambios en todo tipo de ecosistemas y es muy probable que tenga un efecto devastador en las especies animales y vegetales de todo el mundo. Pero es difícil predecir el impacto exacto sobre la naturaleza y las distintas especies.
Demasiado calor bajo los pies
Un nuevo estudio examina la distribución de tortugas fósiles terrestres y de agua dulce en los últimos 100 millones de años, durante periodos en los que las temperaturas de la Tierra eran más altas que las actuales. Los científicos utilizan estos datos para predecir la respuesta de las tortugas modernas al futuro calentamiento climático. El investigador principal, el profesor Paul Barrett, explica: “Descubrimos que en muchas de las zonas donde se encuentran actualmente todo tipo de tortugas, el clima va a ser mucho más seco y caluroso en el próximo siglo debido al calentamiento global. Por tanto, estas zonas serán mucho menos adecuadas para que vivan los animales”.
Pero eso no tiene por qué ser un gran problema, dice Barrett. “Se están abriendo lugares en otros lugares de la Tierra que antes no eran adecuados para las tortugas, pero que a medida que el mundo se caliente serán en realidad ideales para los reptiles. Así podían sobrevivir emigrando a otras zonas. Sin embargo, que eso tenga éxito depende de que lleguen a tiempo y no se vean demasiado obstaculizados por los humanos”, afirma Barrett.
Reptiles quisquillosos
Las tortugas se encuentran en todos los continentes, excepto en la Antártida. Hay tortugas marinas, tortugas de agua dulce y tortugas terrestres. Los animales de sangre fría son incapaces de calentar su cuerpo por sí mismos, por lo que dependen de su entorno para regular su temperatura corporal. Esta es una razón importante por la que la distribución y la diversidad de las especies de tortugas están estrechamente ligadas a las condiciones de su entorno inmediato.
Tortuga marina |
Investigaciones anteriores de restos fósiles de tortugas combinadas con modelos climáticos de los periodos de tiempo pertinentes demostraron que las condiciones en las que vivían las tortugas prehistóricas eran similares a las de las especies que viven hoy en día. “Nuestras últimas investigaciones van un paso más allá”, afirma Barrett. “Queríamos saber cómo se adaptan las tortugas al calentamiento de los hábitats. ¿Hacia dónde emigran? Analizamos dos periodos de los últimos cien millones de años: las partes más cálidas del Cretácico y del Eoceno. A continuación, extrapolamos esa información a un mundo 1,5 grados más cálido que el actual. Eso es a lo que probablemente nos enfrentemos nosotros y las tortugas en las próximas décadas”.
Carcasa indestructible
Los fósiles de tortuga suelen estar muy bien conservados en comparación con otras especies porque el caparazón se conserva bien en el suelo. Por tanto, los científicos pueden decir algo sobre los reptiles prehistóricos con bastante certeza. “Las tortugas apenas han cambiado en los últimos cien millones de años. En consecuencia, podemos suponer que las limitaciones de su distribución en el pasado son más o menos las mismas que en el presente”, afirma Barrett.
Las tortugas son animales resistentes, que existen desde hace 230 millones de años y han visto pasar a los dinosaurios y a muchas otras especies. Sin embargo, aún está por ver si podrán hacer frente al aumento radical de la temperatura y al cambio de hábitat del siglo XXI. Su futuro vuelve a estar amenazado y esta vez es culpa del hombre.
Paso a paso hacia el frío
“Observando la distribución moderna y fósil de las tortugas y reconstruyendo sus condiciones climáticas ideales, descubrimos que las tortugas migraron hacia los polos en el pasado durante el calentamiento global”, afirma el investigador Alfio Alessandro Chiarenza, de la Universidad española de Vigo. “Si consideramos los escenarios climáticos futuros, esperamos que estos animales alcancen latitudes altas similares en torno al año 2100”.
Pero la cuestión es si las tortugas desaparecerán a tiempo. “Por desgracia, este cambio puede ser demasiado rápido desde el punto de vista evolutivo. Además, muchas de las zonas situadas en las latitudes más altas corresponden a regiones templadas densamente pobladas, por lo que la expansión humana podría dificultar aún más la supervivencia de la tortuga”, señala Chiarenza. Así que esperemos que consigamos hacer sitio a la tortuga a tiempo para que
Sin comentarios