Los investigadores han reproducido en otra planta la vía bioquímica completa de producción de cocaína por las plantas de coca. Esto podría ayudar a producir el fármaco para la investigación científica.
La compleja bioquímica por la que las plantas de coca producen cocaína se ha descifrado y reproducido en un pariente de la planta del tabaco. Superponer el proceso modificando otras plantas o microorganismos podría conducir a una forma de producir cocaína o compuestos químicamente similares con propiedades únicas.
Los bioquímicos llevan más de un siglo intentando determinar cómo la planta de coca produce cocaína. Quieren saberlo por la estructura única de la molécula y por su uso en medicina, por ejemplo, como anestésico. Gran parte de este proceso ya se había descifrado, pero aún faltaba el vínculo entre la cocaína y un precursor químico llamado MPOA.
Falta de enzimas
Ahora, el botánico Sheng-Xiong Huang, del Instituto de Botánica de Kunming (China), y sus colegas han descubierto cómo salvar esta última laguna. Durante el proceso, añadieron dos enzimas previamente ausentes, conocidas como EnCYP81AN15 y EnMT4.
A continuación, Huang y su equipo modificaron genéticamente un pariente cercano de la planta del tabaco, Nicotiana benthamiana, para producir cocaína con la ayuda de estas dos enzimas. Descubrieron que esta planta producía unos 400 nanogramos de cocaína por miligramo de hoja seca. Esto equivale aproximadamente a una 25ª parte del contenido de una planta de coca.
“Actualmente, la producción disponible de cocaína no es suficiente para satisfacer la demanda a gran escala”, afirma Huang. “La nueva vía biosintética también podría trasladarse a otros organismos con gran biomasa y crecimiento rápido, como la bacteria Escherichia coli o el hongo Saccharomyces cerevisiae (levadura de panadería)”, afirma.
Producción ilegal
“Demostrar la producción de cocaína en el tabaco es una prueba importante de que el concepto funciona”, afirma el biólogo vegetal Benjamin Lichman, de la Universidad de York (Reino Unido). “La transferencia de este mecanismo a otros microorganismos podría tener implicaciones para el suministro de cocaína con fines de investigación. En principio, las empresas farmacéuticas podrían producirlo por fermentación. Entonces podrán abandonar la producción vegetal. Eso tendrá enormes implicaciones para la cadena de suministro, y posiblemente incluso para la producción ilegal”.
Aun así, el uso de otras plantas para producir cocaína no ofrece de momento ninguna ventaja a los productores ilegales, afirma Lichman. Cultivar y cosechar coca, y purificar la cocaína a partir del tejido natural de la planta, dice, es mucho más escalable y barato que producir en otra planta. Sin embargo, el mapeo de la vía biosintética podría conducir a la producción de compuestos químicamente similares que tengan propiedades medicinales únicas, argumenta Lichman.
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