Las puntas fueron utilizadas probablemente como armas por los primeros habitantes del país y son miles de años más antiguas que las encontradas hasta ahora en el continente.
Los arqueólogos han dado con las puntas de proyectil más antiguas conocidas en América. Así lo escriben en la revista Science Advances. Tras la datación, las afiladas puntas resultaron tener hasta 15 700 años de antigüedad. “Desde un punto de vista científico, este descubrimiento añade detalles muy importantes a nuestros conocimientos sobre los primeros pueblos que habitaron América”, afirma la investigadora Loren Davis.
Puntas de proyectil
El equipo encontró las puntas de proyectil (13 en total) en el yacimiento arqueológico de Cooper's Ferry, situado en el estado estadounidense de Idaho. Las puntas son afiladísimas y miden entre uno y cuatro centímetros de largo. Además, tienen dos extremos diferentes, por un lado, están afilados en forma de punta y por el otro son más aplanados.
Los investigadores sospechan que las puntas no estaban unidas a flechas o lanzas, sino a dardos. “A pesar de su pequeño tamaño, eran armas mortíferas”, afirma Davis. “A menudo se piensa erróneamente que las puntas de los proyectiles tienen que ser grandes para matar con éxito la caza mayor. Sin embargo, las pequeñas puntas montadas en los dardos pueden penetrar muy profundamente y causar mucho daño interno. Se puede cazar cualquier animal que conozcamos hoy con armas como estas”.
La edad
Utilizando la datación por C14 (un método muy conocido para datar materiales muy antiguos), los investigadores revelaron que las puntas descubiertas tienen más de 15 000 años. Y eso es extraordinario. De hecho, esto las hace unos 3000 años más antiguas que las puntas de lanza excavadas anteriormente de la cultura Clovis, que se han encontrado por toda Norteamérica. Además, también son 2300 años más antiguos que los puntas descubiertos anteriormente en Cooper's Ferry. En resumen, las puntas son miles de años más antiguas que cualquier otra encontrada anteriormente en el continente. Y eso las convierte en las puntas de proyectil más antiguas conocidas en América.
Hallazgos en Cooper's Ferry
Las puntas fueron desenterrados en Cooper's Ferry durante varios veranos entre 2012 y 2017. Anteriormente, los científicos también descubrieron allí un pozo de fuego de 14 200 años de antigüedad y un “lugar de procesamiento de alimentos”, donde se hallaron los restos de un caballo extinguido. En total, los investigadores hallaron más de 65 000 objetos en este extraordinario yacimiento arqueológico. El sitio exacto donde se encontraron se registró al milímetro y los propios artefactos se estudiaron minuciosamente.
El descubrimiento de las armas arroja nueva luz sobre los primeros pueblos que habitaron América. Así pues, los científicos pueden afirmar ahora con certeza que en los alrededores de Cooper's Ferry pudo haber gente hace miles de años. Ya lo sospechaban, por cierto. De hecho, Davis descubrió allí anteriormente simples lascas y trozos de hueso que sugerían provisionalmente que el sitio estuvo habitado hace 16 000 años. “Una cosa es decir que creemos que hubo gente aquí hace casi 16 000 años”, afirma Davis. “Pero ahora lo sabemos con certeza, porque hemos encontrado los artefactos que dejaron”.
Similares a los hallados en Japón
Lo que resulta además “revelador”, según los investigadores, son las notables similitudes con objetos igualmente antiguos hallados en la isla japonesa de Hokkaido. El hecho de que ahora también se hayan encontrado armas similares en Idaho refuerza la teoría de que existieron antiguos vínculos genéticos y culturales entre los pueblos del noreste de Asia y Norteamérica. “Los primeros habitantes de Norteamérica poseían conocimientos culturales que utilizaron para sobrevivir y prosperar”, explica Davis. “Algunos de estos conocimientos pueden deducirse de la forma en que la gente fabricaba herramientas de piedra, como las puntas que encontramos en Cooper's Ferry. Comparando estas puntas con hallazgos de la misma edad o más antiguos, encontrados en otros yacimientos arqueológicos, podemos revelar ciertas conexiones sociales, en las que determinados pueblos compartían conocimientos tecnológicos entre sí”.
El descubrimiento añade otra pieza importante al rompecabezas de la historia de Estados Unidos. “Hemos encontrado un lugar donde se fabricaban puntas de armas hace casi 16 000 años”, afirma Davis. “Esto nos proporciona valiosos detalles sobre la vida de uno de los
Sin comentarios