Los purificadores de aire, que, entre otras cosas, filtran el polvo fino del hogar, son enormemente populares. Sin embargo, mucha gente sigue teniendo dudas, porque: ¿funciona realmente? ¿La respuesta? Sí, probablemente sí.
Un purificador de aire eléctrico con filtros HEPA y de carbono hace que el aire interior sea más limpio. El grado exacto de eficacia del dispositivo queda ahora un poco al descubierto gracias a una nueva investigación, que demuestra que su uso continuado mejora la salud cardiovascular y pulmonar de las personas con problemas respiratorios.
“La gente pasa la mayor parte del tiempo en espacios cerrados y ya hemos visto que la contaminación del aire interior puede empeorar los problemas de salud respiratoria. Pensamos que esta contaminación también podría desempeñar un papel en las posibles enfermedades cardiovasculares de los pacientes con EPOC, por lo que empezamos a investigar más a fondo”, afirma el director de la investigación, Sarath Raju, de la prestigiosa Universidad Johns Hopkins.
Su equipo reclutó a 85 hombres y mujeres con EPOC y una edad media de 65 años, que también participaron en el estudio paraguas CLEAN AIR, en el que se demostró previamente que un purificador de aire portátil tiene un efecto positivo en los problemas de salud de las personas con problemas respiratorios (graves).
Con o sin filtro
Entre las sustancias que contaminan el aire interior se encuentran el moho y la caspa de humanos y animales domésticos. El tipo más pequeño de partículas, las PM 2,5, es menor que el diámetro de un cabello humano y puede ser perjudicial para la respiración y la salud del corazón. Algunas de estas partículas pueden infiltrarse en el torrente sanguíneo a través de los alvéolos y causar inflamación dentro y fuera de los pulmones. Los niveles de PM 2,5 deben mantenerse por debajo de 0,34 microgramos por metro cúbico en interiores para considerar que el aire es saludable. Esta cifra era ligeramente superior a la de los hogares de los participantes. A la mitad de los participantes se les entregó un purificador de aire portátil con filtros HEPA y de carbono para que lo utilizaran en sus casas. La otra mitad recibió un purificador de aire placebo sin filtros.
Se analizó la salud pulmonar y cardiaca de los participantes al cabo de una semana, de tres meses y de seis meses. Se hicieron pruebas de presión arterial y una ecografía cardíaca. Además, todos los sujetos llevaban pulsómetros. Al final del experimento, los 46 participantes que emplearon el purificador de aire con filtros activos HEPA y de carbono habían mejorado su salud cardiaca. El aumento del 25 % en la variabilidad de la frecuencia cardiaca (VFC) fue especialmente impresionante. Los 20 participantes que tenían continuamente encendidos los purificadores de aire con filtros activos mostraron los mejores valores en las pruebas. Los sujetos con purificadores de aire placebo no observaron ninguna mejora en la VFC.
Mayor valor de VFC
El valor de la VFC es una medida habitual de la salud del corazón e indica la variación de tiempo entre cada latido, expresada en milisegundos. Un valor más alto indica normalmente un mejor estado del corazón. Un corazón sano ajusta constantemente su velocidad para responder a las exigencias físicas del organismo y, por tanto, presenta una mayor variabilidad de la frecuencia cardiaca.
El equipo también analizó los efectos del polvo ultrafino en los hogares. Estas partículas, de un tamaño inferior a una milésima de milímetro, son las partículas más pequeñas posibles de la categoría PM 2,5 y, cuando se inhalan, pueden penetrar en lo más profundo de los pulmones, entrar en el torrente sanguíneo y realizar allí su labor destructiva.
El equipo descubrió una relación entre el aumento de partículas ultrafinas y peores marcadores de la salud cardiaca, como una menor variabilidad de la frecuencia cardiaca. Escriben que se necesita una investigación de seguimiento para averiguar más al respecto.
El polvo ultrafino es mortal
“Las partículas ultrafinas son quizá las más peligrosas si se tienen en cuenta sus efectos sobre la salud”, afirma la médica Meredith McCormack. “Estas partículas y otros contaminantes del aire que se arremolinan en el interior pueden provocar reacciones autoinmunes peligrosas en personas vulnerables, como los pacientes con EPOC. Nuestra investigación demuestra que también tiene un impacto negativo en la salud cardiovascular”.
“Podemos recomendar purificadores de aire a los pacientes, en combinación con medicación. Además, creo que sería bueno que hubiera un debate más amplio sobre la importancia del aire limpio en el hogar, para todos, pero especialmente para las personas con problemas de salud”, concluye Raju.
Sin comentarios