Un brote de malaria en Etiopía a principios de este año se ha relacionado con una especie de mosquito asiático. Este mosquito está activo durante toda la estación seca, lo que complica la lucha contra su propagación.
Una especie de mosquito invasor procedente de Asia se ha relacionado con un brote de malaria en Etiopía a principios de este año. Estos insectos permanecen activos incluso durante la estación seca, cuando otros mosquitos no pueden encontrar fuentes de agua donde poner sus huevos. Los mosquitos están invadiendo ahora los países vecinos.
La malaria es una enfermedad transmitida por mosquitos que mata a unas 627 mil personas al año. La mayor parte de las infecciones de paludismo en África las propaga el mosquito Anopheles gambiae, pero el Anopheles stephensi también se ha impuesto en la costa oriental del continente. La propagación de esta especie invasora podría complicar la erradicación de la malaria.
Sangre
La presencia de A. stephensi se confirmó por primera vez en Yibuti en 2012. El país casi había erradicado la malaria entonces. Ahora Yibuti vuelve a tener miles de casos al año.
En la última década, la especie se ha extendido a Etiopía, Sudán, Somalia, Yemen y Nigeria. En la primavera de 2022, la ciudad de Dire Dawa, en el este de Etiopía, experimentó un aumento de la malaria, pasando de unos 200 casos al año a unos 2400, afirma el microbiólogo médico Fitsum Tadesse, del Instituto de Investigación Armauer Hansen de Etiopía.
“Hubo un gran aumento en el número de casos, pero no hubo ninguna investigación formal sobre la causa”, dice Tadesse. “Así que decidimos realizar un estudio”. Entre los pacientes que acudieron a dos clínicas locales de Dire Dawa por paludismo, Tadesse y su equipo examinaron a los contactos cercanos para detectar la enfermedad. También buscaron mosquitos en un radio de 100 metros de cada hogar. El estudio se ejecutó entre abril y junio de 2022 y contó con unos mil participantes.
Almacenes de agua
Como esperaba Tadesse, encontraron una estrecha relación entre la presencia de A. stephensi y la tasa de malaria en la ciudad. Alrededor del 97 % de los mosquitos que el equipo encontró eran de esta especie invasora.
Las personas que vivían en hogares con depósitos de agua, en los que los insectos pueden depositar sus huevos, tenían más de tres veces más probabilidades de dar positivo en la prueba de la infección por paludismo que las que no tenían. Tadesse presentó este hallazgo el 1 de noviembre en una reunión de la Sociedad Americana de Medicina Tropical e Higiene en Seattle.
Catástrofe
Como A. stephensi prefiere poner los huevos en los depósitos de agua de los residentes, además de en las fuentes de agua exteriores, puede sobrevivir durante toda la estación seca. “En lugar de dos o tres meses, la temporada de malaria durará 12 meses al año”, afirma el virólogo Ayman Ahmen, de la Universidad de Jartum (Sudán), que no participó en el trabajo.
Sin una inversión significativa para detener la propagación de los insectos, Ahmen afirma que “nos espera un desastre”.
Sin comentarios