Gracias a la ayuda de la ciencia, ahora se puede cambiar los sueños. Usando algunos acordes de piano, los científicos lograron desterrar las pesadillas por completo, ¿Pero cuál es ese acorde que logra eliminar las tan molestas pesadillas?.
Las pesadillas son experiencias oníricas acompañadas de ansiedad y miedo. Han plagado el sueño de la gente desde tiempos inmemoriales. Se mencionan en la Biblia. Durante un sueño acompañado de pesadillas, la persona experimenta un miedo real por su vida o por su seguridad. A menudo se despierta empapado de sudor y siente emociones negativas mucho tiempo después.
Un nuevo estudio, publicado en la revista Current Biology, ha descubierto una forma notable en que la ciencia podría ayudar a las personas que sufren pesadillas. En el experimento, los pacientes que se sometieron a psicoterapia y luego escucharon una señal sonora concreta (un acorde) durante la fase REM (ligera) del sueño experimentaron pesadillas varias veces menos que los participantes en la terapia convencional.
El objetivo es un sueño con final feliz
Ya existen métodos para tratar las pesadillas crónicas. Las personas que sufren pesadillas de larga duración, normalmente relacionadas con el trastorno de estrés postraumático, toman medicación o se someten a la Terapia de Ensayo de Imágenes (IRT), que enseña a los pacientes a editar sus sueños.
A las personas que se han sometido a la terapia IRT se les pide que recuerden sus pesadillas y luego imaginen una resolución mejor y más optimista. Estos ejercicios mentales pueden transportarles al mundo de los sueños y conducirles a un sueño más reparador. Sin embargo, solo ayudan a algunos pacientes. Por ello, los investigadores de la Universidad de Ginebra (Suiza) han probado otros métodos para librar a los pacientes de las pesadillas.
Utilizaron la técnica de reactivación selectiva de la memoria (TMR), que trata de vincular un nuevo final de sueño más optimista con una banda sonora específica. Para la banda sonora, los investigadores eligieron un acorde de piano concreto.
Incluso cuando estamos dormidos, nuestro cerebro sigue recibiendo información de nuestros sentidos. Por eso, el sonido de un claxon, por ejemplo, puede perturbar nuestro sueño. El objetivo de la TMR es que el cerebro escuche el sonido del piano durante el sueño, lo que facilita el “cambio” de la pesadilla al final más agradable del sueño. El tono sonoro se asocia a una historia más edificante de la misma manera que el tintineo de una campana hacía babear a los perros de Pavlov.
Durante el experimento, los 36 participantes anotaron el progreso de sus sueños durante dos semanas al comienzo de la terapia IRT. Además, los investigadores registraron la actividad cerebral mediante una cinta sensorial especial. Los investigadores tocaron un acorde de piano seleccionado cada 10 segundos a la mitad de los voluntarios durante la fase REM del sueño, cuando el sueño es más común. Los resultados se compararon tres meses después.
En general, la terapia IRT ayudó a ambos grupos, pero el que escuchó el piano durante el sueño varias veces más que el grupo sin piano.
Los acordes del piano ayudaron
Al final del período de seguimiento del segundo grupo, que fue tratado solo con la terapia IRT, los investigadores descubrieron que sus miembros experimentaban alrededor de 1,5 pesadillas durante la semana. Los individuos del grupo de “sonido” mencionaron haber experimentado 0,5 pesadillas por semana. También tenían sueños que no los asustaban, sino que los reconfortaban.
“Este estudio demostró que nuestro procedimiento redujo la frecuencia de las pesadillas y promovió las emociones positivas en los sueños”, escriben los investigadores en el estudio publicado en Current Biology. El estudio se realizó con una pequeña muestra de 36 personas, pero se basa en las terapias existentes. Por lo tanto, es probable que la terapia de sonido pueda ayudar a más personas afectadas por las pesadillas.
No es solo un problema marginal. Según las estadísticas, prácticamente todo el mundo ha tenido alguna pesadilla, y para alrededor del cuatro por ciento de la población adulta, las pesadillas pueden convertirse en algo crónico en algún momento de su vida.
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