¿Se ha encontrado por fin el “eslabón perdido” del imperio de los dinosaurios? Los paleontólogos descubrieron un ancestro directo del famoso Tyrannosaurus rex.
Encontraron los restos de un tiranosaurio nunca antes visto, Daspletosaurus wilsoni. Este singular dinosaurio con pequeños cuernos alrededor de los ojos podría resolver el misterio que rodea el linaje evolutivo del T. rex del que podría ser un ancestro directo.
Una costilla y un dedo del pie
El tiranosaurio fue identificado a partir de partes de un cráneo fosilizado y fragmentos de esqueleto, entre ellos una costilla y un hueso del pie, de unos 76,5 millones de años de antigüedad. Los paleontólogos del Museo de Dinosaurios de Badlands, en Dakota del Norte, descubrieron los fósiles entre 2017 y 2021 en la formación Judith River, en el noreste de Montana, donde ya se han realizado más hallazgos del Cretácico Superior.
El trabajo de Sísifo
El equipo dio con los fósiles por accidente cuando el investigador Jack Wilson vio un pequeño trozo de hueso plano que sobresalía del fondo de un acantilado. Más tarde se descubrió que era parte de la fosa nasal del dinosaurio. Sin embargo, desenterrar los huesos fue extremadamente difícil, ya que estaban enterrados bajo 8 metros de roca muy dura. Los investigadores tuvieron que tallar primero grandes partes del acantilado antes de poder empezar a excavar los huesos.
Por ello, la nueva especie de dinosaurio, llamada BDM 107, recibió el apodo de Sísifo, por el increíble trabajo que suponía alejar la roca que la rodeaba (Sísifo es un personaje de la mitología griega que es obligado por el dios Hades a hacer rodar una roca por una montaña una y otra vez, haciéndola bajar una y otra vez).
Lagarto temible
Tras las investigaciones, los paleontólogos creen que D. wilsoni es un descendiente del Daspletosaurus torosus y el ancestro del Daspletosaurus horneri, que presumiblemente apareció en el escenario mundial hace 77 y 75 millones de años. La anatomía del nuevo dinosaurio encaja con la idea de que el Daspletosaurus (que en griego significa “lagarto temible”) es el ancestro del poderoso T. rex. Los tres Daspletosaurus pertenecen a la familia Tyrannosauridae, que consta de nueve subespecies a las que también pertenece el T. rex.
Hasta ahora, el género Tyrannosauridae ha sido difícil de desentrañar. Era difícil establecer qué relación evolutiva existía entre las distintas especies. “Muchos investigadores no estaban de acuerdo en si los tiranosáuridos forman un gran género o si están formados por varias especies estrechamente relacionadas, que no descienden unas de otras”, explican los paleontólogos Elías Warshaw y Denver Fowler. El hecho de que no haya habido siempre consenso al respecto se debe también a la falta de buenos fósiles, añaden.
Una gran familia
Pero eso podría cambiar tras el descubrimiento del D. wilsoni, que indica que los tres daspletosaurios llegaron uno tras otro, “como los pasos sucesivos de una única línea evolutiva”, escriben los investigadores, y, por tanto, no como una rama de otra especie, como “primos evolutivos”.
D. wilsoni es un buen candidato para ser la especie entre D. torosus y D. horneri, porque comparte algunas características con los tiranosaurios más antiguos, como los cuernos alrededor de los ojos, pero también con las especies más jóvenes, como los sacos de aire dilatados en el cráneo, dijeron los investigadores.
El eslabón perdido
De este modo, D. wilsoni es el “eslabón perdido” en la evolución de los tiranosaurios. Dado que las tres especies evolucionaron ordenadamente una tras otra, los investigadores creen que lo mismo ocurre con el resto de los tiranosáuridos, incluido el T. rex. Así, no habría entonces especies separadas con ramas, sino un solo género en el que las distintas especies se sucedieron en la evolución. Según los paleontólogos, las investigaciones posteriores deberían confirmar esta idea.
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