Actualmente, las enfermedades hepáticas se cobran dos millones de vidas al año en todo el mundo. Pero gracias a la bacteria de la lepra, es posible que podamos reducir esas cifras de forma significativa.
La lepra es una de las enfermedades más antiguas y persistentes del mundo. Pero la bacteria que la causa no es solo nuestro enemigo. De hecho, los investigadores han descubierto que esta bacteria también tiene la sorprendente capacidad de “regenerar” un hígado dañado sin ayuda y con éxito.
Más información sobre la lepra
La lepra es una enfermedad infecciosa contagiosa causada por la bacteria Mycobacterium leprae. La lepra puede provocar graves deformidades en las manos, los pies y la cara, entre otras. El contagio de la bacteria de la lepra se produce presumiblemente a través de las gotitas que propagan los enfermos de lepra, por ejemplo al toser, estornudar o hablar. Los pacientes también pueden propagar la bacteria a través de las llagas y las lesiones cutáneas. Esta enfermedad infecciosa es frecuente en muchos países del mundo, especialmente entre las poblaciones más pobres.
Los científicos han descubierto que la bacteria de la lepra reprograma las células del hígado, por así decirlo, permitiendo que los hígados dañados vuelvan a crecer sanos. Y eso es prometedor. De hecho, este proceso natural podría utilizarse para rejuvenecer los hígados humanos que envejecen, salvando así vidas.
Medicina regenerativa
Cada vez más científicos trabajan en la llamada medicina regenerativa. Uno de los principales objetivos de la medicina regenerativa es emplear los mecanismos de reparación del propio organismo y manipularlos de forma controlada para tratar enfermedades. El hígado se presta a ello de forma ideal. Esto se debe a que nuestro hígado ya posee la capacidad única (hasta cierto punto) de repararse a sí mismo después de sufrir daños. En un estudio anterior, los investigadores ya consiguieron regenerar el hígado de un ratón. Sin embargo, usaron una técnica invasiva, que dio lugar a cicatrices y al crecimiento del tumor. Por ello, los investigadores decidieron cambiar de rumbo en un nuevo estudio. Así, recientemente se ha descubierto que la bacteria Mycobacterium leprae, causante de la lepra, también tiene una sorprendente capacidad regenerativa.
Armadillo
No solo los humanos pueden contraer la lepra. El armadillo también es susceptible. Para estudiar más a fondo la capacidad de la bacteria de la lepra para regenerar hígados dañados, los investigadores decidieron infectar a 57 armadillos con Mycobacterium leprae. A continuación, el equipo comparó los hígados de los armadillos infectados con los de los ejemplares no infectados.
Hígado sano
Los investigadores comprobaron que, aunque los animales infectados desarrollaron hígados agrandados, también desarrollaron hígados sanos, sin lesiones, cicatrices ni tumores. Los hígados incluso poseían todos los componentes vitales, como los vasos sanguíneos y los conductos biliares. ¿Cómo puede ser eso? El equipo sospecha que la bacteria de la lepra “secuestra” el hígado por interés propio. Hace que el hígado aumente de tamaño para que haya más células en las que crecer. Pero en el proceso, las bacterias no dañan el hígado. De hecho, incluso rejuvenece los hepatocitos (el tipo de célula más característico del hígado). Además, los investigadores vieron cómo se activaban los genes relacionados con el metabolismo, el crecimiento y la proliferación celular, mientras que se suprimían los genes relacionados con el envejecimiento.
Aunque el estudio se llevó a cabo con armadillos, los resultados podrían aplicarse también a los humanos. Y eso es una noticia esperanzadora. Actualmente, las enfermedades hepáticas se cobran dos millones de vidas al año en todo el mundo. Pero posiblemente la bacteria de la lepra podría ayudar a reparar el envejecimiento y los hígados dañados en los seres humanos también. “Si logramos averiguar exactamente cómo funcionan las bacterias, quizá podamos trasladar ese conocimiento a los humanos”, sugiere la investigadora Anura Rambukkana. “Podríamos desarrollar tratamientos seguros para rejuvenecer los hígados envejecidos y regenerar los tejidos dañados”.
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