Los datos para restaurar la civilización tras una catástrofe global podrían almacenarse en una nube remota en la Luna. Según los expertos, la oportunidad de este plan es el próximo programa lunar Artemis.
Los científicos piden a los gobiernos que empiecen a planificar la repoblación de la Tierra tras una catástrofe mundial. En un estudio publicado en la base de datos arXiv, sugieren crear un sistema de almacenamiento de datos de reserva en la Luna y posteriormente en Marte.
¿Gestaremos una meganube lunar?
Un grupo de expertos advierte de las amenazas de la civilización, como las amenazas de ataque nuclear por parte de los dirigentes rusos, el cambio climático, los virus, las bacterias, los asteroides, los cometas, los estallidos de rayos gamma…
“Somos una civilización muy vulnerable y frágil que se encuentra en un momento muy peligroso en el que puede destruirse a sí misma”, dice Alexandre Lazarian, astrofísico de la Universidad de Wisconsin-Madison.
“Los riesgos de catástrofes globales tienden a descuidarse porque son inesperados y en gran medida no tienen precedentes. Sin embargo, una copia de seguridad exhaustiva de los datos fuera de la Tierra sería fundamental para nuestra capacidad de recuperación ante una catástrofe global”, declaró a la revista Universe Today, el investigador principal Carson Ezell, estudiante de pregrado de la Universidad de Harvard y director de la Space Futures Initiative.
Según los científicos, una gran oportunidad para el proyecto es la próxima misión Artemis, que prevé una base en la Luna. “Una vez que se construya la base lunar, deberá estar equipada con un sistema informático que respalde toda la información necesaria para reiniciar la vida en la Tierra”, cita Universe Today a Avi Loeb, profesor del departamento de astronomía de la Universidad de Harvard y coautor del estudio.
“El sistema almacenaría información sobre todas las formas de vida terrestre y todas las creaciones humanas importantes, incluidos los libros, la música y los contenidos de Internet. El almacenamiento de datos lunares serviría para lo mismo que la copia de seguridad en la nube que tengo para mi ordenador. Al fin y al cabo, en una noche clara, la luna parece ser la mejor “nube” para almacenar y restaurar datos”, explicó Loeb.
La civilización es demasiado frágil
Otro de los autores del estudio, Alexandre Lazarian, profesor de astrofísica en el departamento de astronomía de la Universidad de Wisconsin-Madison, compara el sistema de almacenamiento de datos de reserva con una grabadora de datos de vuelo, conocida como caja negra, que los investigadores utilizan para determinar la causa de un accidente aéreo.
“Una caja negra no puede salvar la vida de las personas que están en un avión, pero sí puede salvar la vida de las personas que están en otros aviones. Y en muchos casos, por ejemplo, no es el hardware, sino un error humano lo que provoca los accidentes”, recuerda el astrofísico Lazarian.
Los expertos en datos estiman que la cantidad almacenada de libros, artículos, películas, datos genéticos, imágenes de la Tierra y otra información ocuparía aproximadamente 1,07 x 1016 bytes. Todos estos datos pueden transferirse al almacenamiento en uno o dos años como máximo gracias a la tecnología de transmisión láser de alta velocidad que se está desarrollando.
El profesor Lazarian subraya que el sistema de respaldo no debe construirse con la idea de “seremos destruidos”, sino con el conocimiento de que “podemos ser destruidos”. “Somos una civilización muy vulnerable y frágil que se encuentra en un momento muy peligroso en el que puede destruirse a sí misma”, advierte el científico.
Una advertencia del espacio exterior
En el estudio, los autores señalan que una de las amenazas más importantes para nuestra civilización puede venir del espacio. Señalan su fragilidad como una posible razón por la que aún no hemos visto signos tecnológicos de una civilización alienígena avanzada.
“La civilización puede no existir por mucho tiempo. Una vez que llegan a una fase industrial avanzada, pueden ser eliminados con mucha facilidad”, explica Lazarin.
Para respaldar los datos a escala mundial, tendría que ser un proyecto internacional con la contribución de los distintos países, señalan los autores del estudio. “Un enfoque común de este tipo nos permitiría reconocer nuestros valores compartidos, lo que mejoraría nuestras perspectivas de futuro”, declaró el director del estudio, Carson Ezell, a la revista Universe Today.
¿Crearemos también un banco de esperma lunar?
El plan esbozado en el citado estudio no es el único proyecto para repoblar el planeta tras una catástrofe global. El año pasado, el equipo de Jekan Thanga, de la agencia espacial estadounidense NASA, presentó un plan para un “Arca de Noé” lunar en la Conferencia de Ingeniería Aeroespacial del Instituto de Ingeniería Eléctrica y Electrónica (grabación de la charla aquí).
Según el proyecto del equipo de Thanga, las células sexuales de 6,7 millones de especies terrestres, principalmente humanas, se almacenarían en criomódulos, contenedores herméticos con contenido congelado, bajo la superficie de la Luna.
Todas las muestras podrían transportarse a la Luna en 250 vuelos. “No es una locura. Nosotros mismos nos sorprendimos de que este plan fuera factible”, afirma el ingeniero aeroespacial y mecánico Thanga en un vídeo sobre el proyecto de banco de esperma lunar.
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