Hace tiempo que sabemos que la naturaleza es buena para nuestro bienestar. Pero ahora resulta que un breve paseo por un parque o un bosque tiene un impacto visiblemente positivo en nuestro cerebro. Y eso es especialmente importante para los habitantes de las ciudades.
Vivir en una ciudad es un conocido factor de riesgo para el desarrollo de trastornos mentales. Al mismo tiempo, resulta que si vives cerca de la naturaleza, en realidad beneficia a tu salud mental en la mayoría de los casos. Sin embargo, esto no implica necesariamente una relación causal. Tal vez sea lo contrario y las personas de buen humor sean más propensas a elegir vivir en el campo. Por lo tanto, hasta ahora no se podía desentrañar el problema del huevo y la gallina. Pero un nuevo estudio publicado en la revista Molecular Psychiatry lo aclara de una vez por todas.
Estudio
Para obtener pruebas causales, los científicos realizaron un experimento entre 63 voluntarios sanos. A un grupo se le pidió que diera un paseo de una hora por un bosque cercano, mientras que el otro grupo dio una vuelta a la manzana en una concurrida calle comercial de Berlín. Mediante resonancias magnéticas, los investigadores analizaron la actividad cerebral antes y después del paseo. Más concretamente, estudiaron la actividad de una región central del cerebro implicada en el procesamiento del estrés, la amígdala.
Amígdala
Los resultados demuestran que un breve paseo de una hora por la naturaleza ya tiene un impacto positivo en nuestro cerebro. Por ejemplo, los investigadores muestran que la actividad en la amígdala disminuyó significativamente en estos sujetos, algo que no se observó en el otro grupo. Esto sugiere que la naturaleza tiene un efecto beneficioso en las áreas del cerebro relacionadas con el estrés. "Caminar en la naturaleza es, por tanto, bueno para nuestro cerebro y nuestra salud mental", concluye la investigadora Sonja Sudimac.
Relación causal
¿Qué tan sorprendente es esto? "Aunque muchos estudios han demostrado que la naturaleza es buena para nuestro bienestar, ahora por primera vez hemos encontrado una relación causal", explica Sudimac. "Por primera vez, demostramos que existe una relación entre caminar en la naturaleza y una reducción de la actividad cerebral relacionada con el estrés. Además, es interesante que hayamos encontrado este efecto incluso después de una hora de paseo por el bosque. Así que si no tienes tiempo para pasar un día entero en la naturaleza, nuestro estudio implica que solo una hora en un bosque ya tiene un efecto positivo en tu cerebro y reduce el estrés."
Declaración
Los resultados están en consonancia con un estudio anterior en el que se constató que los habitantes de las ciudades que viven cerca de un bosque tienen una amígdala fisiológicamente más sana y, por tanto, son presumiblemente más resistentes al estrés. Pero, ¿por qué la naturaleza tiene realmente un efecto tan positivo en nuestro estado de ánimo? "Hay dos teorías para esto", dice Sudimac cuando se le pregunta. Una teoría afirma que cuando estamos en la naturaleza, nuestra atención se ve atraída por, por ejemplo, el canto de los pájaros en una rama, el florecimiento de una flor o el murmullo de un río. Esto crea distracción y relajación, lo que resulta en menos estrés. La otra teoría tiene que ver más con nuestra propia evolución humana. Por ejemplo, naturalmente pertenecemos más a los entornos naturales que a los urbanos. Como resultado, experimentamos la naturaleza como menos intensa y compleja. Esta respuesta afectiva positiva a la naturaleza desencadena procesos restauradores y reduce las emociones negativas y el estrés.
Ciudad
Los resultados del estudio sugieren que un breve paseo por la naturaleza podría servir como medida preventiva contra el desarrollo de problemas de salud mental, especialmente para los habitantes de las ciudades. "Los trastornos mentales, como los trastornos de ansiedad, los trastornos del estado de ánimo, la depresión mayor y la esquizofrenia, son más frecuentes entre los habitantes de las ciudades que entre los de las zonas rurales", afirma Sudimac. "El estrés social, el hacinamiento y la falta de vegetación en las ciudades se han sugerido antes como posibles causas. Por ello, esperamos que nuestra investigación sirva para concienciar sobre la importancia de los espacios verdes accesibles en las ciudades".
Urbanización
Puede que no sea una mala idea en vista de la inminente urbanización. Por ejemplo, hoy en día cada vez más gente se muda a las ciudades. De hecho, se espera que en 2030 vivan en las ciudades hasta dos mil millones de personas más que en la actualidad. "Cada vez nos alejamos más de la naturaleza, ignorando lo importante que es para nuestra salud física y mental", afirma Sudimac. "Dado que más de la mitad de la población mundial vive en ciudades y la urbanización aumenta rápidamente, es crucial que los habitantes de las ciudades tengan un parque o un bosque cerca donde puedan ir a recuperarse o recargarse. Nuestra investigación destaca la importancia de la presencia de la naturaleza en los entornos urbanos. Proporciona pruebas de que deben surgir más zonas verdes en las ciudades que sean accesibles a todos los ciudadanos para mejorar su salud mental y su bienestar."
Así que si vives en el centro de la ciudad, desempolva tus zapatos para caminar con regularidad y da un paseo por un parque o un bosque, aunque sea por un momento. ¿Con qué frecuencia debe ir? "Estudios anteriores han demostrado que una vez a la semana en la naturaleza o cinco veces a la semana en un jardín es bueno para nuestra salud mental", dice Sudimac. Si vives cerca de una playa o de llanuras de inundación, por supuesto que también puedes hacerlo. "Especialmente para las personas que sufren mucho estrés, una salida de este tipo puede ser muy beneficiosa", concluye Sudimac.
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