En 2015 y 2017, los tiburones blancos abandonaron repentinamente hábitats muy importantes para ellos frente a la costa de Sudáfrica. Se sospechaba que la presencia de orcas tenía algo que ver. Sin embargo, gracias a las nuevas y espectaculares imágenes de un dron, ya no hay duda al respecto.
Por primera vez, los científicos (mediante un dron, pero también desde un helicóptero) han captado cómo las orcas de la costa de la bahía de Mossel, en Sudáfrica, cazan a esos otros infames titanes: los tiburones blancos. Y las orcas parecen tener la sartén por el mango en el proceso; las imágenes de los drones revelan cómo al menos un tiburón blanco es perseguido, capturado y luego parcialmente comido por un grupo de orcas. Son imágenes únicas, según Alison Towner. "Este comportamiento nunca se había observado con detalle y, desde luego, nunca antes desde el aire".
La caza
Aunque el dron captó la muerte de un desafortunado tiburón blanco, hay fuertes indicios de que las orcas se hicieron con otros tres tiburones blancos en un corto periodo de tiempo, dicen los investigadores. Y las imágenes del dron ofrecen una visión detallada de cómo las orcas abordan esa partida de caza y cómo reacciona el tiburón blanco.
El tiburón blanco no tiene remedio
Esto muestra cómo un grupo de tres orcas se acerca lentamente al desafortunado tiburón blanco. Y en lugar de huir, el tiburón blanco se queda muy cerca de las orcas. Al hacerlo, da vueltas continuamente, asegurándose de estar siempre a la vista de sus atacantes. Es una estrategia que (irónicamente) también utilizan los animales de presa del tiburón blanco (como las focas) para evitar que los agarre. Desgraciadamente, el enfoque no funciona tan bien en este caso; como las orcas (a diferencia de los tiburones blancos) cazan en grupo, es muy difícil que el tiburón pueda vigilarlas a todas para asegurarse de evitarlas a todas. "Las orcas son animales muy inteligentes y sociales", señala el investigador Simon Elwen. "El hecho de que cazan en grupo los convierte en depredadores increíblemente eficaces".
Solo el hígado
Las imágenes también revelan lo que ocurre una vez que las orcas se hacen con el tiburón blanco. Por ejemplo, se puede ver a una de las orcas mordiendo de forma muy señalada la parte del vientre que alberga el hígado. Y una gran parte de ese hígado también se ve flotando en la superficie momentos después. Sin embargo, esto no dura mucho; una de las orcas pronto consume el hígado.
La orca estribor
La orca que se come el hígado es conocida por los científicos y se la conoce como "Estribor". Anteriormente, la gente había sido testigo de cómo este tiburón mató a un tiburón cobrizo. También había fuertes indicios de que la orca (que trabajaba en estrecha colaboración con "Port", una orca con la que estribor suele salir) era responsable de la muerte de varios tiburones de siete branquias manchados. Pero, por primera vez, existen pruebas fehacientes de que la orca tampoco es tímida a la hora de matar tiburones blancos.
Huyen de la zona
Los tiburones blancos que han quedado atrás también son conscientes de ello y toman medidas de gran alcance para evitar ser la próxima víctima, según muestra también la nueva investigación, publicada en la revista Ecology. De hecho, un análisis de las imágenes tomadas por un dron y de las jaulas de buceo muestra que los tiburones blancos huyeron de la zona de Mossel Bay tras el ataque. Mientras que antes los tiburones blancos aparecían a diario en las imágenes tomadas por los drones y desde las jaulas de buceo, los investigadores solo ven a un tiburón blanco vivaquear en la zona en los 45 días posteriores al ataque. Sugiere que los tiburones blancos están saliendo a la carretera en respuesta a los ataques. Y eso tiene consecuencias de largo alcance. "Ya observamos en 2015 y 2017 cómo los tiburones manchados de siete branquias y los tiburones blancos abandonaban la bahía de Vals (también situada frente a la costa de Sudáfrica) en respuesta a la presencia de las orcas Puerto y Estribor", explica la investigadora Alison Kock. "Los tiburones acabaron abandonando hábitats importantes para ellos, lo que a su vez tuvo efectos significativos tanto en el ecosistema como en el turismo relacionado con los tiburones en esta zona".
Ahora bien, el impacto que las orcas tienen sobre la población de tiburones blancos es todavía limitado. Además, los investigadores ven que los tiburones blancos acaban volviendo a las zonas de las que huyeron anteriormente. Pero, por el momento, no se puede descartar que las orcas tengan un mayor impacto en las poblaciones de tiburones blancos y, por tanto, también en las zonas donde actualmente son frecuentes. De hecho, hay fuertes indicios de que la caza del tiburón blanco es algo "contagioso" y cada vez más orcas la adoptan. Los investigadores sacan esta conclusión provisional basándose en parte en el hecho de que hasta hace poco solo se sospechaba que dos orcas cazaban tiburones blancos. Sin embargo, ninguna de las dos orcas había sido "pillada in fraganti". No obstante, en las imágenes que los investigadores han captado ahora de los ataques de las orcas a los tiburones blancos, solo se ve a una de estas dos sospechosas y se arrima a otras cuatro orcas que (hasta donde sabemos) no habían realizado antes esas prácticas. Por lo tanto, es posible que las orcas estén observando el arte de cazar tiburones blancos entre ellas, sugieren los investigadores. Y con ello, el comportamiento podría extenderse aún más entre las orcas y, con ello, el efecto que tiene sobre los tiburones blancos podría generalizarse cada vez más.
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