Si la creciente población mundial viviera en casas de madera en lugar de hormigón, se podrían evitar más de 100 000 millones de toneladas de emisiones de CO₂ de aquí a 2100.
Más de la mitad de la población mundial vive actualmente en ciudades. "Esto significa que se construirán más casas de acero y hormigón, que tienen una grave huella de carbono", afirma el investigador Abhijeet Mishra. Pero hay una alternativa. Alojar a los nuevos habitantes de la ciudad en casas de madera ahorraría una cantidad considerable de emisiones de CO₂, según demuestra un nuevo estudio.
Crecimiento urbano
En los próximos diez años, las ciudades crecerán a un ritmo tremendo. Los investigadores han demostrado que en 2030 vivirán en las ciudades nada menos que dos mil millones de personas más que en la actualidad. Este ritmo de crecimiento urbano es comparable a la construcción de una ciudad del tamaño de Nueva York cada seis semanas. El principal motor es el desarrollo económico y el crecimiento de la población en los países en desarrollo. Otros factores que contribuyen a la urbanización actual son la globalización, las mejoras en las telecomunicaciones, el transporte y la sanidad.
La madera es conocida como un recurso renovable que tiene la menor huella de carbono de todos los materiales de construcción comparables. Esto se debe a que los árboles absorben el CO₂ de la atmósfera.
Madera
Por tanto, según los investigadores, la construcción de más casas de madera e incluso la aparición de ciudades enteras de madera supondría una gran diferencia. "Podemos alojar a la nueva población urbana en edificios de mediana altura (es decir, de cuatro a doce pisos) hechos de madera", sugiere Mishra. "Esto se debe a que la producción de madera procesada libera mucho menos CO₂ que la producción de acero y cemento. Además, la madera procesada también almacena carbono, lo que convierte a las ciudades de madera en un sumidero de carbono único a largo plazo".
Clima
Si este plan sigue adelante, será una buena noticia para nuestro clima. "Para 2100, esto podría evitar más de 100 000 millones de toneladas de emisiones adicionales de CO₂", subraya Mishra. "Esto equivale al 10 % del presupuesto de carbono restante para el objetivo de 2 °C".
Madera de construcción
¿De dónde debe salir toda esa madera para construir ciudades de madera? Los investigadores afirman que, además de la explotación de los bosques naturales, se necesitan plantaciones de madera de nueva construcción. Sin embargo, no es necesario que estas ocupen terrenos agrícolas esenciales. "Nuestras simulaciones muestran que se puede producir suficiente madera para los nuevos edificios urbanos de tamaño medio sin que ello tenga un gran impacto en la producción de alimentos", afirma el investigador Florian Humpenöder. "La mayor parte de las plantaciones madereras adicionales que se necesitan (hablamos de unos 140 millones de hectáreas) pueden establecerse en zonas forestales ya cosechadas, por lo que no se hace a costa de las tierras agrícolas".
Biodiversidad
Así que, aunque esto no interrumpe la producción de alimentos, los científicos afirman que podría producirse una pérdida de biodiversidad si no se gestiona con cuidado. "En nuestras simulaciones por ordenador, hemos fijado un límite claro a la extracción de madera", subraya el investigador Alexander Popp, "no se puede cortar nada en los bosques prístinos ni en las reservas naturales protegidas. La protección explícita de estas zonas es crucial". No obstante, algunas zonas tendrán que dejar paso a las plantaciones madereras adicionales. Y eso puede tener consecuencias. "Incluso cuando las plantaciones madereras se establecen a expensas de otras áreas naturales no protegidas, esto puede conducir a una futura pérdida de biodiversidad", advierte Popp. Pero hay soluciones. Por ejemplo, un cambio masivo hacia una dieta saludable y comer menos carne podría ayudar a liberar tierras para la producción de madera, preservando al mismo tiempo la biodiversidad.
En resumen, el estudio subraya que las casas de madera pueden desempeñar un papel fundamental en nuestra lucha contra el cambio climático. Sin embargo, "se requiere una sólida gobernanza y una cuidadosa planificación para mitigar los impactos negativos sobre la biodiversidad y garantizar una transición sostenible", dijo Mishra. Los resultados sugieren que, al menos, debería considerarse la posibilidad de construir ciudades de madera. "Esta podría ser la solución climática que hemos estado buscando tan desesperadamente", concluye el investigador John Schellnhuber.
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