Un nuevo algoritmo puede decir muy bien dónde y cuándo se va a producir un delito, y puede mostrar lo proporcionada que es la respuesta policial a la delincuencia.
Lo que antes era un tema para una película de ciencia ficción se está convirtiendo rápidamente en una realidad: un ordenador que predice cuándo y dónde tendrá lugar un crimen. El científico de datos Ishanu Chattopadhyay, de la Universidad de Chicago, y sus colegas han diseñado un algoritmo que es bastante bueno en esto.
Y con ella se puede hacer algo más que enviar a la policía a una escena del crimen próxima, escriben los investigadores. También se puede utilizar para determinar si la policía distribuye sus recursos de forma equitativa entre los barrios ricos y los más pobres.
Puntos calientes y terremotos
Ahora bien, el algoritmo de Chattopadhyay y su equipo es todo menos el primer intento de desarrollar un programa de predicción de la delincuencia. ¿En qué se diferencia este algoritmo de sus predecesores?
"Los enfoques existentes suelen dar por sentado que la delincuencia está impulsada por los llamados puntos calientes", explica Chattopadhyay. "Se supone entonces que la delincuencia se extiende por una zona como una gota de tinta en el agua. Pero eso no ha servido de mucho hasta ahora".
Otros enfoques tratan de encontrar similitudes entre la delincuencia y los terremotos, prosigue el científico de datos, con los pre y post choques. "Todavía otros investigadores han desatado todas las técnicas de aprendizaje automático imaginables sobre el tema, con factores que van desde el clima hasta la cantidad de grafitis en las paredes".
Algunos de estos enfoques por sí mismos hacen un mejor trabajo que la mera adivinación de dónde y cuándo se producirá un delito, dice Chattopadhyay. Sin embargo, en la práctica, dice, suelen ser poco útiles. "Los acontecimientos no se prevén con suficiente antelación, o la ubicación no es lo suficientemente precisa, para poder actuar en consecuencia".
Enlaces ocultos
Según Chattopadhyay, el nuevo algoritmo tiene un enfoque completamente diferente. "No partimos de la base de que la delincuencia se propaga como la tinta en el agua, sino que reconocemos que los sucesos ocurridos en distintas partes de la ciudad pueden influirse y limitarse mutuamente. Extraemos estas conexiones ocultas de los informes de eventos pasados: ¿qué pasó, dónde y cuándo? Así que determinamos patrones del pasado que indican un aumento de la delincuencia. Con eso, luego hacemos predicciones precisas para el futuro".
¿Cómo de preciso? Hay algunas variaciones en las ocho ciudades de EE. UU. que el equipo estudió, pero en promedio el algoritmo puede predecir con un 90 % de certeza dónde podría ocurrir un crimen en una semana.
La IA ha llegado para quedarse
Con puntuaciones así, los agentes de policía estarán sin duda ansiosos por ponerse a trabajar con el algoritmo. Pero hay otra cara de la historia. En su artículo, Chattopadhyay y su equipo escriben que su modelo también muestra que la policía es especialmente grande cuando los delitos se cometen en los barrios más ricos. Esto va en detrimento de los recursos disponibles para los barrios más pobres. En otras palabras, el programa también puede revelar lo que la propia policía podría haber hecho mejor.
Chattopadhyay considera que el "cambio" del algoritmo es un pequeño paso hacia la democratización de la inteligencia artificial (IA). En otras palabras: asegurarse de que este tipo de técnicas se utilicen a favor de la gente y no en su contra. "La IA ha llegado para quedarse y solo tendrá un mayor impacto en nuestra vida cotidiana", afirma el investigador. "Tenemos que asegurarnos de que esta revolución tecnológica no va a conducir a una sociedad en la que nadie querría vivir".
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