Los seres vivos dejan rastros por todas partes y estos rastros pueden detectarse a través de firmas únicas mediante el análisis del ADN.
Los humanos también dejamos un montón de ADN por ahí. Un ejemplo trivial son las células muertas de la piel que dejamos por todas partes. Como señala un nuevo artículo de ScienceAlert, los invertebrados, principalmente los insectos, no son una excepción y también pueden dejar sus huellas en las hojas de las plantas de té, huellas que también pueden encontrarse en las bolsas de té que compramos en el supermercado.
Hallan restos de miles de invertebrados en bolsas de té
La confirmación procede de un curioso estudio publicado en Biology Letters. Los investigadores analizaron el ADN de las hojas trituradas de las bolsas de té y encontraron restos de miles de invertebrados, entre ellos varios parásitos de todo el mundo.
En una sola bolsa de té verde, explica Henrik Krehenwinkel, genetista de la Universidad de Tréveris, en un artículo publicado en The Scientist, se encontraron rastros de más de 400 especies de insectos.
Extraordinario nivel de diversidad
Los investigadores analizaron 40 muestras tomadas de varias bolsas de té y hierbas comerciales y encontraron, en total, restos de 3264 invertebrados, entre ellos arañas, ácaros, diversos insectos, moscas, mariposas y mantis, por nombrar solo algunos.
Se trata de un nivel extraordinario de diversidad que está presente en las muestras analizadas, en parte debido a la forma en que se procesan. Las hojas se secan y se trituran, pero esto no elimina el ADN presente en ellas; al contrario, se conserva bien y se reparte mejor por las muestras.
Plantas secas en los museos: una enorme riqueza de información
Según los investigadores, la materia vegetal desecada parece muy adecuada para descubrir rastros de ADN y, por tanto, también para analizar los artrópodos y sus interacciones con las plantas, análisis que también son útiles para combatir las plagas agrícolas. Además, este tipo de análisis también podría resultar muy útil para descubrir el verdadero origen geográfico del producto. Y esto sin tener en cuenta las plantas de los museos que podrían representar, en relación con los análisis de este tipo, una enorme riqueza de información.
ADN ambiental
Hablamos del ADN ambiental, también abreviado como ADNe, es decir, los rastros genéticos que quedan en el entorno de los seres vivos, un campo de investigación biológica que ha dado pasos de gigante en los últimos años con los avances tecnológicos. Por ejemplo, en los últimos años, el análisis de ADN electrónico se ha utilizado para descubrir animales en peligro de extinción o para comprender la evolución de la pandemia de COVID-19.
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