Los cirujanos han hecho algo increíble: Implantaron una oreja que fue hecha en una impresora 3D. Es el primer implante humano de este tipo, un hito en la medicina regenerativa.
La impresión en 3D es una de las tecnologías de más rápido crecimiento. También está encontrando aplicaciones en la medicina. Los bioingenieros la utilizan para crear, por ejemplo, piezas de tejido o vasos sanguíneos.
Las perspectivas de esta tecnología están indicadas recientemente por un procedimiento experimental realizado en una mujer estadounidense de 20 años con microtia. Le dieron una nueva oreja impresa con sus propias células.
Células y colágeno
La microtia es un trastorno genético que hace que la parte externa del oído se desarrolle solo parcialmente o que falte por completo. La enfermedad suele afectar a una sola oreja. No es únicamente un defecto cosmético. La microtia también deforma el canal auditivo y el oído medio y puede causar pérdida de audición.
Actualmente, existen dos formas de reconstruir la oreja de una persona afectada por este defecto, informa la revista IFL Science. Ya sea para dar forma a la oreja a partir de un cartílago extraído de una costilla, o para hacer un implante artificial. Sin embargo, este tipo de procedimientos rara vez se realizan porque son extremadamente difíciles.
Los expertos de 3DBio Therapeutics, una empresa de medicina regenerativa, utilizaron un método novedoso mediante la impresión 3D. Escanearon la otra oreja (sana) del paciente y emplearon los datos para crear un modelo para la oreja que faltaba: una copia especular de la oreja sana.
A continuación, usaron condrocitos (células que participan en el crecimiento del cartílago) para reconstruir la oreja. Los mezclaron con colágeno (una proteína insoluble en agua), y una bioimpresora 3D convirtió la mezcla en una oreja cubierta con una cáscara superior biodegradable que sirve de soporte temporal.
Los médicos hicieron la intervención en marzo en San Antonio (Texas). Sin embargo, solo ahora han informado del éxito.
La cirugía fue dirigida por Arturo Bonilla, un destacado cirujano de orejas especializado en microtia. "Como médico que he tratado a miles de niños con microtia de todo el país y de todo el mundo, estoy animado por lo que esta tecnología puede aportar a los pacientes y a sus familias", cita IFL Science a Bonilla en un comunicado.
Crecer y madurar
El propio implante debe "madurar" en el cuerpo, tras lo cual debe sentirse y parecer una oreja humana normal. Los expertos de 3DBio Therapeutics confían en que el cuerpo no rechazará el implante con sus propias células.
La implantación mediante impresión 3D es varias veces más fácil, más rápida y también menos dolorosa que la fabricación de una oreja a partir de cartílago de costilla. Los implantes podrán implantarse no solo en adultos sino también en niños, ya que gracias a los condrocitos deberían crecer con el cuerpo humano.
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