En un mundo sin antibióticos, las momias se consideraban una de las mejores medicinas.
Durante siglos, los europeos comieron polvo de momias molidas importado de Egipto. En muchas ciudades europeas, los médicos y los herbolarios las vendían.
Detrás de este extraño tipo de canibalismo estaba la creencia de que las momias podían curar todas las enfermedades, desde las migrañas hasta las hinchazones y la peste bubónica.
¿De dónde vino esta creencia?
"Nació de la obsesión de los europeos por las momias y el más allá", explica Marcus Harmes, profesor de historia cultural de la Universidad del Sur de Queensland, con sede en Toowoomba (Australia), en un artículo para la revista The Conversation.
"Nuestra especie tiende a cultivar hábitos que a menudo son incomprensibles. Uno de los ejemplos más evidentes es la fascinación de nuestros antepasados por las momias egipcias", escribe el profesor Harmes.
Al boticario por la momia
Los boticarios vendían medicamentos de las momias egipcias desde el siglo XII. Las menciones a sus efectos milagrosos aparecieron con las Cruzadas a Egipto.
Sin embargo, no todas las momias importadas a Europa eran de la antigüedad, señala Harmes. La demanda no ha seguido el ritmo de la oferta. Las momias auténticas eran caras, por lo que se hacían falsificaciones. Se fabricaban a gran escala en la ciudad de Alejandría con los cadáveres de los campesinos muertos.
Cada parte de la momia era para una enfermedad diferente. Para las migrañas, el polvo de cráneo era "fiable".
Harmes menciona al rey Carlos II de Inglaterra. Stuart (1630-1685), a quien los médicos prescribían cráneos molidos de momias para tratar afecciones neurológicas. Los médicos de la época tuvieron que asegurarle que los cráneos eran efectivamente de cuerpos de faraones, es decir, de personas nobles.
El pueblo llano, que no podía permitirse preparaciones de momias importadas, no se quedó atrás. Hicieron sus propios "genéricos", a partir de sangre, grasa y huesos humanos. Por eso se generalizó el robo de tumbas. Y por eso los europeos, especialmente en el siglo XVI, eran considerados caníbales. No fue hasta el siglo XVII cuando la gente se dio cuenta de que las medicinas hechas con momias y cadáveres no funcionaban para las enfermedades.
Desenvuelve a tu egipcio
Pero la fascinación por las momias no terminó ahí, señala Harmes. A principios del siglo XIX, viajeros procedentes de Egipto llevaron a Europa varias momias recién descubiertas, y los investigadores comenzaron a desenvolverlas. Esto fue motivado por la investigación que se llevó a cabo en las universidades inglesas o francesas.
Sin embargo, más tarde, desenvolver las momias del antiguo Egipto se convirtió en una atracción. Las momias se presentaban en las fiestas de la alta sociedad.
El profesor Harmes señala que hoy en día ningún médico se atrevería a recomendar una momia como remedio y ningún arqueólogo serio desenvolvería una momia. Sin embargo, las momias egipcias siguen estando disponibles en el mercado negro.
Las microtomografías pueden ver dentro de las momias
La ciencia contemporánea considera que el desenvolvimiento de las momias no es ético. No tienen que hacerlo. Puede examinar las momias con microtomografía computarizada.
Esta tecnología, abreviada como micro-TC, puede ofrecer una resolución hasta 100 veces superior a la de un TAC médico. Muestra con detalle no solo los restos, sino también los objetos que las personas enterradas llevan puestos o portan.
Así lo demuestra una imagen de la momia del faraón Amenhotep I tomada mediante microtomografía computarizada.
Escaneo de la parte superior de la momia del faraón Amenhotep I. colocada en una concha con una máscara mortuoria. | fuente: crédito- H.-P. Klut/E. Estel
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