¿Qué determina la rapidez con la que caen las fichas de dominó? Dos ingenieros lo han determinado trabajando con fichas de dominó virtuales.
Hasta 2009, derribar el mayor número posible de fichas de dominó era un fenómeno anual. Pero, ¿cómo caen exactamente las fichas de dominó? Curiosamente, no lo sabemos. El ingeniero canadiense David Cantor y su colega polaco Kajetan Wojtacki han cambiado esto con más de mil fichas de dominó (simuladas).
Distancia y fricción
Cantor y Wojtacki se inspiraron en este vídeo, en el que el vlogger Destin Sandlin se pone a trabajar con fichas de dominó y admite con franqueza: "Esto me ha roto. No entiendo el dominó.
Y Sandlin no es el único. Cantor y Wojtacki escriben en su artículo científico, publicado en la revista Physical Review Applied, que "hasta ahora no se había hecho ningún análisis sistemático de la distancia y la fricción entre las propias fichas de dominó, ni entre éstas y la superficie.
Extrañamente cerca
Cantor y Wojtacki dejaron que 200 piezas de dominó cayeran 1210 veces. Es decir: dejan que lo haga una simulación informática. Al hacerlo, variaron las distancias entre las piezas y la fricción que experimentaban entre sí y con la superficie.
Parece que puede salir mal cuando las fichas de dominó se colocan extrañamente cerca unas de otras. En otras palabras: si la distancia entre las fichas es solo de 0,5 a 1 veces la anchura de las mismas. A continuación, se pueden empujar unas piezas de dominó contra otras, lo que impide que toquen las siguientes.
Suelo liso o rugoso
Las cosas también van mal cuando la distancia entre las fichas de dominó es más de tres veces la anchura de las piezas, y además el suelo es resbaladizo y la fricción entre las piedras es alta. "En esas condiciones, las piedras pueden deslizarse hacia atrás, lo que detiene la caída", escriben Cantor y Wojtacki.
Si no se tienen en cuenta estas excepciones, se puede elaborar una fórmula que represente la velocidad de las fichas que caen. Esto resulta ser casi independiente de lo grande que sea la fricción entre las piezas y la superficie. En otras palabras: si se colocan las piezas en un suelo liso o rugoso, no hay mucha diferencia en la velocidad a la que se desplazan unas sobre otras.
La fricción entre las fichas juega un papel importante. Cuanto mayor sea la fricción, más lentamente caerán las piezas. Sin embargo, el efecto disminuye cuando la fricción supera un determinado límite.
Una realidad desordenada
La consecuencia de que Cantor y Wojtacki utilizaran simulaciones por ordenador es que sus fichas de dominó eran idénticas, cubos perfectos, colocados exactamente a la misma distancia unos de otros. En la realidad, por supuesto, hay que lidiar con las piezas que son diferentes entre sí (aunque sea ligeramente) y con distancias que siempre variarán un poco.
Los dos técnicos no parecen tener previsto incluir esta desordenada realidad en un estudio de seguimiento. Sin embargo, invitan cordialmente a otros a hacerlo. "Los lectores pueden descargar nuestro modelo y hacer sus propios experimentos", dice Cantor. El software que emplearon Cantor y Wojtacki es gratuito, así que eso tampoco es un obstáculo para empezar a trabajar.
Los que no confíen en el ordenador pueden, por supuesto, conseguir una caja de fichas de dominó reales. Aunque se necesitará algo de tiempo para ponerlos 1210 veces en el suelo y dejar que se caigan, sin derribarlos antes de tiempo, por supuesto. Además, tendrías que hacer que tanto la superficie como las piedras fueran un poco más ásperas cada vez, y, como el vlogger Sandlin, disponer de una cámara de alta velocidad que se mueva contigo. Buena suerte.
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