Ahora que podemos visitar todos los rincones del planeta, tiene que ser más emocionante: al espacio, claro. Pero, además de ser un despilfarro, el turismo espacial también es malo para el clima. El hollín emitido por los cohetes espaciales daña la capa de ozono.
El carbono negro, u hollín, atrapa mucho calor en las capas más altas de la atmósfera. Los cohetes emiten una gran cantidad de este carbono negro, que es una mala noticia para el calentamiento global. Esto es lo que escriben científicos de la Universidad de Cambridge (UCL) y del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) en la revista científica Earth's Future.
Carrera espacial
Los científicos examinaron los efectos en la atmósfera y el clima de la Tierra bajo diferentes escenarios de turismo espacial. Multimillonarios como Elon Musk (SpaceX), Richard Branson (Virgin Galactic) y Jeff Bezos (Blue Origin) están trabajando para llevar turistas al espacio. La "carrera espacial" está en pleno apogeo y las consecuencias para el clima son de importancia secundaria. Se pueden utilizar cohetes reutilizables, pero la emisión de sustancias nocivas de los motores de combustión es gigantesca.
Manta negra y cálida
El equipo de investigación descubrió que las partículas de carbono liberadas durante la combustión son casi 500 veces mejores para retener el calor en la atmósfera que las partículas de hollín de los coches o los aviones. Esto causará grandes problemas climáticos cuando los vuelos espaciales con turistas se realicen diaria o semanalmente.
La capa de ozono en las regiones más altas de la estratosfera se verá afectada. Los agujeros pueden aparecer, por ejemplo, en primavera sobre los polos norte y sur. Los contaminantes que emiten los cohetes al salir de la atmósfera, pero también al volver a ella, son muy perjudiciales para la capa de ozono. "Las emisiones de gases de efecto invernadero del lanzamiento de cohetes se comparan a menudo con las emisiones nocivas de los aviones. En nuestro estudio demostramos que esto no es cierto", afirma la Dra. Eloise Marais, de Geografía de la UCL. "Las partículas de carbono negro que se liberan durante el lanzamiento de los cohetes tienen un efecto mucho mayor sobre el clima que los viajes en avión o el transporte en la Tierra. Es importante iniciar cuanto antes un debate sobre la regulación de esta industria en rápido crecimiento".
Lanzamiento de cohetes
El equipo utilizó datos de 103 lanzamientos de cohetes en 2019 en diferentes continentes. En los cálculos se incluyeron tanto los cohetes reutilizables como los desechos espaciales que regresan. Se empleó un modelo químico en 3D para calcular el impacto sobre el clima y la capa de ozono. Solo tres años después del inicio del turismo espacial, las emisiones de carbono negro ya se han duplicado. Esto es alarmante, sobre todo porque en un futuro próximo se prevén muchos más vuelos de cohetes y más frecuentes.
Salvar la capa de ozono (de nuevo)
En los años 80, surgió un gran problema con la capa de ozono. El agotamiento de la capa protectora que rodea la Tierra llegó incluso a la aparición de un agujero sobre la Antártida. Los clorofluorocarbonos, o CFC, fueron los culpables. Se usaban como refrigerantes en los frigoríficos y como propulsores en los aerosoles. Tras la entrada en vigor del Protocolo de Montreal en 1987, se prohibieron todos los CFC y la capa de ozono se recuperó con relativa rapidez. Se considera la intervención climática internacional más exitosa de la historia. Parece que ahora tenemos que volver a la mesa para evitar la inminente catástrofe.
"La única parte de la atmósfera en la que el porcentaje de ozono ha mejorado significativamente desde el Protocolo de Montreal es la estratosfera superior. Es precisamente allí donde el impacto de los cohetes es mayor. No esperábamos que se produjeran cambios tan importantes", explica el Dr. Robert Ryan, otro investigador. "Todavía queda mucha investigación valiosa por hacer. Queremos saber más sobre el tamaño de la industria del turismo espacial y qué tipo de combustibles podrían utilizarse".
En conclusión, Ryan dice: "Esta investigación nos hace reflexionar sobre las consecuencias de los viajes espaciales. Tenemos que regular el turismo espacial cuanto antes para que los efectos sobre el clima y la capa de ozono no nos sobrepasen".
¿Qué es el carbono negro?
Las partículas de carbono negro se liberan durante la combustión incompleta de los combustibles fósiles, los biocombustibles y la biomasa. El carbono negro también se denomina carbón negro u hollín.
Las emisiones de los cohetes espaciales contienen mucho carbono negro. Especialmente en las capas más altas de la atmósfera, esta sustancia causa muchos daños. El carbono negro en la estratosfera acelera el calentamiento global, porque puede retener casi quinientas veces más calor que las partículas de carbono liberadas por las emisiones de coches, barcos y aviones.
El carbono negro absorbe el calor en la atmósfera. También reduce el reflejo de la luz solar cuando las partículas caen sobre la nieve y el hielo. El carbono negro permanece en la atmósfera solo unas semanas, mientras que el dióxido de carbono permanece en la atmósfera durante más de cien años.
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