Los viajes en el tiempo son uno de los principales temas que aborda la ciencia ficción. Pero un día, suponiendo que nuestras tecnologías evolucionen cada vez más, ¿será realmente posible viajar en el tiempo?
Peter Watson, profesor emérito de física en la Universidad de Carleton, intenta responder a esta pregunta en un nuevo artículo publicado en The Conversation.
Segunda ley de la termodinámica y viaje en el tiempo
Según el científico, la respuesta más sencilla a la pregunta "¿es posible viajar en el tiempo?", es que no puede ser posible porque, si lo fuera, ya lo habríamos conseguido. Además, hay leyes físicas que parecen prohibirlo. Este es el caso de la segunda ley de la termodinámica. Según esta ley, explica Watson, la entropía y el azar deben aumentar siempre. De ello se deduce que el tiempo solo puede ir en una dirección. Básicamente, no se puede ir al pasado porque no se puede ir a un estado que tenga una entropía menor que el estado inicial. Sin embargo, la segunda ley de la termodinámica no parece inhibir la posibilidad de viajes futuros.
Teoría de la relatividad y viajes en el tiempo
Y luego está la teoría de la relatividad, que no es muy comprensiva con la idea del viaje en el tiempo, especialmente hacia el pasado. De hecho, explica Watson, en el contexto de la teoría de la relatividad, una de las que más favor ha tenido en el mundo de la física, hubo un científico, Kurt Gödel, que propuso un universo en el que el viaje en el tiempo no solo podría ser posible, sino que el pasado y el presente están "inextricablemente entrelazados", como explica Watson.
Y de nuevo, en el contexto de la teoría de la relatividad, viajar al futuro podría ser posible en cierto sentido. Por ejemplo, una persona que se acerca a un objeto con una masa muy grande (por ejemplo, un agujero negro) puede hacer que su tiempo fluya más rápido que el de una persona más alejada del objeto. También es el caso de una persona que viaja a una velocidad muy alta, muy cercana a la velocidad de la luz. En realidad, se trata de efectos completamente normales en nuestro universo, causados precisamente por sus leyes, y no de verdaderos viajes en el tiempo.
Retos técnicos de los viajes en el tiempo
Y eso sin mencionar los enormes desafíos técnicos, en particular el relativo a la gran cantidad de energía que se necesitaría para construir una máquina del tiempo real. Más allá de lo cuantitativo, hay ideas, por supuesto solo conceptuales, de máquinas del tiempo que requieren energía negativa o masa negativa, cosas que ni siquiera parecen existir en nuestro universo. La propuesta del físico Frank Tipler es una de las más interesantes. Su máquina del tiempo no necesita masa negativa, pero sí una enorme cantidad de energía, según algunos cálculos mayor incluso que toda la que existe en el universo.
Las paradojas del viaje en el tiempo
Y por último está la cuestión, nunca resuelta y quizá la más problemática, relativa a las paradojas. Alguien ha intentado ponerles un parche utilizando el concepto de "muchos mundos": al viajar en el tiempo, uno crea esencialmente otro universo que no interactúa con el universo de partida. Las paradojas quedan así resueltas. Con los "muchos mundos" se podría, por ejemplo, volver a los años 30 para matar a Hitler, sin provocar paradojas: su asesinato simplemente daría lugar a un nuevo universo.
Stephen Hawking resolvió el problema de las paradojas del viaje en el tiempo con su "conjetura de protección de la cronología". Según esta conjetura, existen leyes físicas que esencialmente hacen imposible el viaje en el tiempo en sí mismo a escala macroscópica.
¿Y si el tiempo no existe?
Sin embargo, existe otra posibilidad: el tiempo, tal como lo hemos concebido, podría ser solo una ilusión nuestra. En este punto, el viaje en el tiempo sería irrelevante.
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