Una buena cerveza en la terraza, con este tiempo soleado, las bebidas de color amarillo dorado están muy solicitados. Aunque sabemos que no es muy saludable. ¿O no es tan malo después de todo?
Parece que la cerveza tiene una ventaja, tanto con alcohol como sin él: permite mejorar la flora intestinal. Esta es la conclusión a la que han llegado los científicos en el Journal of Agricultural and Food Chemistry. Descubrieron que los hombres que bebían una cerveza al día (con o sin alcohol) tenían una colección de bacterias intestinales cada vez más grande y diversa. Una flora intestinal más variada está relacionada con un menor riesgo de contraer diversas enfermedades.
Miles de millones de microorganismos viven en el tracto gastrointestinal humano y tienen un impacto directo en el bienestar de su huésped. Los estudios han demostrado que las personas tienen menos posibilidades de desarrollar enfermedades crónicas, como problemas cardíacos y diabetes, cuando hay más tipos de bacterias en el intestino. Y que una cerveza contenga todo tipo de sustancias buenas que mejoren la cantidad y la diversidad de la flora intestinal.
Antioxidantes
La cerveza contiene todo tipo de antioxidantes, como los polifenoles. También hay microorganismos buenos que se arremolinan en la bebida y que pueden influir en la diversidad de microbios del intestino humano. Un estudio publicado anteriormente demostró que tanto los hombres como las mujeres presentaban una mejora de la flora intestinal después de beber una cerveza diaria sin alcohol durante treinta días. Posteriormente, muchas de estas personas participaron en un segundo estudio, en el que bebieron la versión alcohólica de la misma cerveza. Esto tuvo un efecto menos pronunciado.
¿Qué es bueno para la flora intestinal?
A tu microbioma o flora intestinal le gustan los alimentos no procesados y ricos en fibra. Hay que distinguir entre los productos con fibras fermentables, como las judías, los puerros, la avena, la cebada y los plátanos, y los alimentos con fibras no fermentables, como los productos integrales y la fruta con piel. Los alimentos fermentados que contienen bacterias vivas son especialmente recomendables.
Pocos otros estudios clínicos han probado o replicado este enfoque. Razón suficiente para que la investigadora Ana Faria y sus colegas comprobaran si encontraban resultados similares. En un estudio con dos grupos de participantes separados, 19 hombres sanos fueron divididos al azar en dos grupos. Cada uno de ellos recibió 0,33 litros de cerveza pilsener para beber con su cena durante cuatro semanas. Un grupo bebía cerveza con alcohol y al otro se le servía una cerveza 0,0 cada día.
Los investigadores descubrieron que el peso, el IMC y una serie de marcadores sanguíneos que indican la buena salud del corazón y el metabolismo de los participantes no cambiaron durante el estudio. Sin embargo, al final del periodo de cuatro semanas, se midió una mayor diversidad bacteriana en el intestino en ambos grupos de prueba. También se observó un aumento de la cantidad de fosfatasa alcalina en las heces, lo que indica una mejora de la salud intestinal.
Extractos de lúpulo y levadura
"Es muy interesante ver que la cerveza puede influir positivamente en la flora intestinal. La bebida fermentada tiene un impacto positivo en la diversidad y la cantidad de bacterias debido a los extractos de lúpulo y levadura de la cerveza. Vemos que el consumo moderado de cerveza, con o sin alcohol, puede ser una buena forma de mejorar el entorno microbiótico del intestino como parte de una dieta equilibrada", explicó la investigadora Ana Faria.
"Fue muy sorprendente descubrir que el efecto sobre las bacterias intestinales no dependía del alcohol de la cerveza. Esto sugiere que los componentes de la propia cerveza pueden influir en la diversidad de microorganismos del tracto intestinal y mejorar la salud intestinal."
Faria: "La cerveza se filtró cuidadosamente de antemano para que no hubiera microorganismos viables en el líquido. Así que los cambios en la diversidad y el tamaño del grupo de microbios intestinales solo pueden atribuirse a la fermentación de los granos y a los extractos de lúpulo".
Basándose en este estudio piloto, los investigadores afirman que consumir una botella de cerveza al día, independientemente del contenido de alcohol, puede tener un efecto positivo en la salud intestinal y en la diversidad y cantidad de microorganismos que viven en el sistema intestinal. El equipo de investigación quiere añadir que, en principio, cualquier cantidad de alcohol es mala para la salud, por lo que la versión sin alcohol es, en última instancia, la mejor opción. ¡Salud!
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