Esto puede ser una sorpresa para algunos: la lluvia radiactiva de las pruebas nucleares realizadas hace sesenta años y más sigue circulando por la cadena alimentaria. Durante la Guerra Fría, los Estados, especialmente Rusia y Estados Unidos, acumularon suficientes armas nucleares para destruir la civilización. La guerra en Ucrania y las amenazas de Rusia de utilizar armas destructivas nos han recordado que nada fundamental ha cambiado. Sin embargo, lo que ha cambiado es que, a diferencia de los años más tensos de la Guerra Fría, las armas nucleares ya no se prueban en la atmósfera. No obstante, sus consecuencias siguen siendo evidentes hoy en día. La lluvia radioactiva de las pruebas ejecutadas entre los años 1940 y 1960 está escrita en la miel de las colmenas actuales. Científicos de la Universidad William & Mary de Virginia han señalado que más de 60 años después de las pruebas nucleares y a miles de kilómetros de los lugares de las explosiones, la lluvia radiactiva sigue circula
jueves, mayo 12, 2022
Las explosiones nucleares dejan rastros en la miel de las abejas
Esto puede ser una sorpresa para algunos: la lluvia radiactiva de las pruebas nucleares realizadas hace sesenta años y más sigue circulando por la cadena alimentaria. Durante la Guerra Fría, los Estados, especialmente Rusia y Estados Unidos, acumularon suficientes armas nucleares para destruir la civilización. La guerra en Ucrania y las amenazas de Rusia de utilizar armas destructivas nos han recordado que nada fundamental ha cambiado. Sin embargo, lo que ha cambiado es que, a diferencia de los años más tensos de la Guerra Fría, las armas nucleares ya no se prueban en la atmósfera. No obstante, sus consecuencias siguen siendo evidentes hoy en día. La lluvia radioactiva de las pruebas ejecutadas entre los años 1940 y 1960 está escrita en la miel de las colmenas actuales. Científicos de la Universidad William & Mary de Virginia han señalado que más de 60 años después de las pruebas nucleares y a miles de kilómetros de los lugares de las explosiones, la lluvia radiactiva sigue circula
Sin comentarios