Una organización británica a la que están afiliados, entre otros, Airbus y la Universidad de Cambridge, tiene previsto dedicarse seriamente a la energía solar desde el espacio en los próximos años.
Por supuesto, en sentido estricto, toda la energía solar procede del espacio. La diferencia es que los británicos no quieren recoger esta energía aquí en la superficie terrestre, sino con espejos y células solares que están en el propio espacio. La energía recogida se envía a la tierra en forma de ondas de radio.
Estos planes se vienen gestando desde hace tiempo, pero Martin Soltau los comentó recientemente en una conferencia. Soltau preside la Iniciativa de Energía Espacial, creada el año pasado y en la que participan la empresa aeroespacial Airbus, la Universidad británica de Cambridge y el fabricante de satélites SSTL.
Kilómetros grandes
Un panel solar en el espacio tiene la ventaja de que puede recoger trece veces más energía que el mismo panel solar en la Tierra. Además, puedes colocarla de manera que esté siempre orientada al sol. De este modo, suministra energía de forma continua, en lugar de solo durante el día cuando brilla el sol.
La primera planta de energía solar en el espacio todavía tiene que ser relativamente modesta. Relativamente, porque seguiría teniendo un kilómetro de longitud, informa el sitio de astronomía y espacio Space.com, y estaría a 36 000 kilómetros de la superficie de la Tierra. Por lo tanto, serán necesarios unos trescientos lanzamientos, si se toma como punto de partida la Starship de SpaceX.
Campo de antenas
La luz solar se recoge mediante espejos. Luego la concentran en células solares, que la convierten en electricidad. Esta energía se convierte en microondas, que se envían a la tierra.
Para captar las microondas aquí, se necesita una construcción importante. Soltau habló de una zona de 7 por 13 kilómetros, llena de antenas. "Eso es fuerte, pero todo el conjunto solo ocuparía el 40 % del espacio que necesitaría un parque solar normal con la misma producción".
Desmontaje responsable
El año pasado, la consultora Frazer-Nash -para la que trabaja Soltau- realizó un estudio sobre la idea por encargo del gobierno británico. Concluyó que es "técnicamente factible" y "ofrece nuevas opciones para desechar el camino hacia las emisiones netas de gases de efecto invernadero".
En la reciente conferencia, el ingeniero aeroespacial Andrew Ross Wilson, de la Universidad de Strathclyde en Glasgow (Escocia), se mostró de acuerdo. Sin embargo, señaló que también hay que planificar el desmantelamiento de ese parque solar espacial de forma responsable.
La radiación de microondas que el parque solar envía a la tierra no es un problema, según Wilson. "Probablemente, recibas más radiación del teléfono que llevas en el bolsillo que si te pones debajo de uno de los haces de microondas", cita Space.com.
Unos cuantos millones
¿Habrá realmente una estructura que recoja energía a decenas de miles de kilómetros de la superficie de la Tierra dentro de trece años? Tendremos que esperar y ver. Sin embargo, la idea forma parte de los planes del gobierno británico. Hay unos cuantos millones de libras disponibles para los primeros pasos. Pero un parque solar completo con todos los adornos requerirá, por supuesto, una inversión mucho mayor.
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