Científicos estadounidenses han investigado la forma más eficaz de generar energía para una larga estancia en el planeta rojo.
Supongamos que dentro de unos años enviamos por fin astronautas a Marte. Y no solo para dar un paseo y recoger algunas piedras, sino para una estancia de más de un año. Los astronautas tendrán que generar energía in situ. ¿Pero cómo? Eso es lo que investigaron Anthony Abel, Aaron Berliner y sus colegas de la Universidad de California en Berkeley.
Las dos opciones principales eran un pequeño reactor nuclear y paneles solares. Un punto de discordia entre los investigadores principales: Berliner entró en el estudio con una preferencia por la energía nuclear, mientras que Abel veía más en la energía solar. El resultado podría describirse como un empate: para aproximadamente la mitad de la superficie de Marte, los paneles solares son la mejor opción, para la otra mitad, es mejor llevar pequeños reactores nucleares.
Ligero y flexible
El factor más importante es cuánto pesa el material que necesitas para generar energía. Todos esos materiales tendrán que ser transportados a Marte, con un coste de cientos de miles de dólares por kilogramo. Y sí, entonces querrá saber qué tecnología es la más ligera.
Los paneles solares del tipo que se pueden encontrar en cada vez más casas no son rivales para un pequeño reactor nuclear. Son demasiado pesados, debido a todo el acero y el vidrio que se utiliza en estas construcciones. Pero ahora también hay paneles solares ligeros y flexibles, que constituyen una opción atractiva.
Minicentral nuclear
Lo siguiente importante es en qué lugar de Marte quieres construir tu hábitat. Cerca del ecuador, se capta la mayor cantidad de luz solar. Por lo tanto, allí se necesitan relativamente pocos paneles solares. Para una misión de seis astronautas que pasen 480 días en Marte, Abel y Berliner creen que 8,3 toneladas de paneles solares serían suficientes.
Cuanto más se acerque a uno de los polos, menos luz solar llega a la superficie y más paneles solares se necesitan para generar suficiente energía. En el peor de los casos, en las regiones polares marcianas, se necesitan unas 22,4 toneladas de paneles solares.
Una minicentral nuclear, en cambio, se limita a hacer su trabajo, dondequiera que la pongas. Y se calcula que un dispositivo de este tipo pesa unas 9,5 toneladas. Así que en latitudes más altas, un reactor nuclear es la opción más ligera.
En la zona amarilla alrededor del ecuador de Marte, los paneles solares son una mejor opción que las pequeñas centrales nucleares, en la zona naranja ganan las centrales nucleares. Ilustración: Anthony Abel/Aaron Berliner/UC Berkeley
Hidrógeno necesario
Por supuesto, en Marte, el sol solo brilla durante el día. Además, hay tormentas de polvo que pueden hacer que los paneles solares rindan poco temporalmente. Por lo tanto, es importante almacenar parte de la energía solar recogida, para poder utilizarla posteriormente. Abel y Berliner calculan que únicamente con la ayuda del hidrógeno, los paneles solares pueden superar a las centrales nucleares en la zona del ecuador.
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