Las píldoras para la disfunción eréctil se asocian a un mayor riesgo de trastornos oculares, según sugiere un nuevo estudio, aunque parece innecesario hacer sonar la alarma.
Se calcula que en el 2018, 66 millones de personas utilizaban Viagra, principalmente para combatir la disfunción eréctil. Bastante, por lo que querrá saber exactamente cuáles son los efectos secundarios. Por ejemplo, se dice que el riesgo de sufrir diversos trastornos oculares es mayor si se emplea Viagra o uno de sus competidores menos conocidos. Pero esta conexión nunca se ha investigado a fondo. Un nuevo y amplio estudio intenta cambiar esta situación.
Pérdida de retina
Para su investigación, Mahyar Etminan, de la Universidad de Columbia Británica, y sus colegas recurrieron a PharMetrics Plus, una enorme base de datos médicos estadounidense. Entre los datos, encontraron más de 200.000 hombres que acababan de empezar a tomar la llamada medicación PDE5I. En otras palabras: con una de las "píldoras de erección" Viagra (sildenafil), Levitra (vardenafil), Cials (tadalafil) o Stendra (avanafil).
En estas personas, los investigadores observaron si eran más propensas a padecer tres afecciones oculares: desprendimiento de retina, obstrucción de los vasos sanguíneos de la retina o bloqueo del suministro de sangre al nervio óptico. El riesgo de padecer una de estas enfermedades era entre 1,41 y 2,42 veces mayor en los sujetos que consumían uno de los fármacos mencionados, en comparación con los que no lo hacían.
Causa subyacente
Eso sí que parece un riesgo considerablemente mayor, dice Maarten van Smeden, estadístico médico y epidemiólogo del UMC de Utrecht. "Pero hay que tener en cuenta que se trata de trastornos muy raros. Habría que seguir a cien hombres que tomaran Viagra durante diez años para encontrar uno o dos de estos trastornos oculares". En otras palabras, una pequeña posibilidad de reacción adversa multiplicada por dos sigue siendo una pequeña posibilidad.
Además, no es necesariamente el caso de que el Viagra cause realmente defectos oculares. Es muy posible, por ejemplo, que alguien sufra una enfermedad que le provoque a la vez disfunción eréctil y problemas oculares.
Los investigadores tuvieron en cuenta cuatro posibles causas subyacentes: la hipertensión arterial, ciertas afecciones cardíacas, la diabetes y el tabaquismo. Pero, ¿por qué los investigadores eligieron estas quejas en particular? Solo lo describen muy brevemente en su artículo.
Además, puede haber errores de medición en la base de datos utilizada en lo que respecta a estas quejas. Los investigadores los descartan, pero Van Smeden no está de acuerdo. "Es muy posible que la probabilidad de un defecto ocular sea mucho mayor o mucho menor si esos errores de medición hubieran sido menores".
Formulado con cautela
Con todo, Van Smeden sigue viendo muchas incertidumbres. "No parece necesario hacer sonar la alarma en respuesta a este estudio", afirma.
Los propios investigadores también formulan su conclusión con mucha cautela. "Los resultados de este estudio sugieren que el uso frecuente de este medicamento podría conllevar un mayor riesgo de los trastornos oculares estudiados".
Etminan y sus colegas aconsejan a los usuarios de Viagra y similares que se pongan en contacto con su médico si experimentan algún problema ocular. Pero, según Kevin McConway, profesor emérito de estadística aplicada, en el sitio del Centro de Medios de Comunicación Científicos: "Creo que es un buen consejo para todo el mundo, tanto si toma este tipo de medicamentos como si no".
Sin comentarios