El equipo de la misión quiere evitar que las ruedas del rover se desgasten innecesariamente. Y así se ha trazado una nueva ruta.
Durante la mayor parte del mes de marzo, el explorador de Marte Curiosity subió al llamado Frontón Greenheugh: una ladera con areniscas escarpadas. Hace dos años, el rover ya alcanzó brevemente la cara norte de esta colina; ahora le tocaba el turno a la cara sur. Desgraciadamente, el vehículo de Marte podría volver a darse la vuelta. Una gran colección de rocas afiladas por el viento bloquea su camino.
Más información sobre Greenheugh Fronton
El frontón de Greenheugh es una ladera cercana al pie del monte Sharp que tiene unos dos kilómetros de ancho. El equipo de la misión Curiosity observó por primera vez esta pendiente en imágenes orbitales antes de que el rover aterrizara en el planeta rojo en 2012. El frontón es un "saliente" distintivo. Por ello, los investigadores querían entender mejor cómo se formaba.
Mientras el Curiosity ascendía por la ladera, el equipo de la misión divisó, de forma bastante inesperada, rocas eólicas, que forman la superficie del Frontón Greenheugh. El equipo pronto se dio cuenta de que era mejor que el rover diera la vuelta. Así que el camino delante de Curiosity estaba cubierto con más rocas de viento de las que habían visto en los 10 años de misión del rover. "Estaba claro que esto no iba a ser bueno para las ruedas del Curiosity", dijo la directora del proyecto, Megan Lin.
No vale la pena
Un canto rodado eólico es una piedra desgastada por el viento y la arena. Los ejemplares que el Curiosity ha encontrado son de arenisca: el tipo de roca más dura que el rover ha visto en Marte hasta la fecha. Por cierto, el camino hacia arriba no era del todo intransitable para el Curiosity. "No vale la pena el esfuerzo", afirma la NASA. "Además de que la subida sería bastante lenta, también supondría un mayor desgaste de las ruedas del Curiosity".
Los cantos rodados del viento vistos a través de los ojos de Curiosity. Desgraciadamente, esto significa que el rover puede volver a dar la vuelta. Imagen: NASA/JPL-Caltech/MSSS
Las rocas afiladas por el viento dejaron marcas en los neumáticos del Curiosity al principio de la misión. Desde entonces, los ingenieros han encontrado formas de frenar el desgaste de las ruedas. Al fin y al cabo, el objetivo de Curiosity es seguir existiendo durante un tiempo más. Y así todo se hace para mantener las ruedas en "buen estado". Esto incluye evitar, en la medida de lo posible, los cantos rodados del viento o rocas similares.
Girar a la derecha
En definitiva, se trata de que el Curiosity pueda volver a girar. En las próximas semanas, el Curiosity rodará cuesta abajo y volverá a un lugar en el que ya ha estado: una zona de transición entre una zona rica en arcilla y otra con grandes cantidades de minerales salinos, llamados sulfatos. Los minerales arcillosos se formaron cuando la montaña era más húmeda, salpicada de arroyos y lagos. Las sales pueden haberse formado cuando el clima de Marte se secó con el tiempo.
Nueva ruta
Mientras tanto, se ha trazado una nueva ruta. En el próximo periodo, Curiosity seguirá explorando el Monte Sharp, la montaña de cinco kilómetros de altura situada en el centro del cráter Gale que el rover lleva escalando desde 2014. Durante su exploración, el Curiosity está estudiando varias capas sedimentarias formadas por agua hace miles de millones de años. Estas capas ayudan a los científicos a comprender si alguna vez existió vida microscópica en Marte.
Sin embargo, tras 10 años de intensa investigación en Marte, el Curiosity está empezando a ponerse un poco nervioso. Por ejemplo, algunos de los mecanismos de frenado del brazo robótico que lleva el taladro parecen estar desgastados. Sin embargo, el Curiosity tiene piezas de repuesto que garantizan que el brazo pueda seguir funcionando. Los ingenieros estudian ahora cómo garantizar que este brazo robótico esencial siga funcionando el mayor tiempo posible.
La misión de Curiosity
Curiosity aterrizó en el cráter Gale en agosto de 2012 y en los últimos años ha descubierto muchos de los secretos del cráter. Por ejemplo, el rover ha encontrado fuertes indicios de que el cráter estuvo lleno de agua en el pasado. Esto explica que, por ejemplo, se hayan encontrado allí formaciones minerales con anterioridad. En el corazón del cráter se encuentra el monte Aeolis Mons, o monte Sharp. Esta montaña está formada por sedimentos depositados y es en realidad una cápsula del tiempo: cada capa cuenta algo sobre un periodo diferente de la historia de Marte. El Curiosity está llevando a cabo una investigación exhaustiva de esta montaña. Se espera que esto nos enseñe mucho sobre el pasado del planeta rojo.
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