La Asociación Lechera de la Columbia Británica presentó en 2012 una iniciativa titulada "La música produce más leche". En ella se explica que se nota un aumento de la producción de leche cuando se pone música durante el ordeño de las vacas, pero ¿cuál podría ser la relación entre la música y la producción de leche?
Para nosotros, los humanos, la música siempre es una herramienta que nos ayuda a aliviar el estrés y nos hace sentir mejor en los momentos difíciles. La música ayuda a muchas personas a concentrarse y relajarse, y lo mismo puede ocurrir con las vacas al escuchar música; se sienten menos estresadas y más cómodas. La música no solo ayuda a la relajación de las vacas durante el ordeño, sino que también puede distraer la atención de las vacas del estresante entorno.
El estrés en las vacas
El estrés de las vacas puede provocar cambios metabólicos, que se manifiestan de forma evidente en su salud, su comportamiento alimentario y su producción de leche. Durante el ordeño, las fuentes de estrés que afectan a las vacas incluyen el mal manejo, que hace que la vaca se sienta incómoda, especialmente en presencia de los humanos. Las malas condiciones de alojamiento también estresan a las vacas y pueden dar lugar a diferentes tipos de enfermedades, lo que aumenta el estrés.
El estrés es una respuesta normal del cuerpo, que ayuda a superar condiciones duras y desfavorables. Permite que el sistema nervioso libere ciertas hormonas en el torrente sanguíneo para superar la tensión muscular, que es el método del cuerpo para protegerse de las lesiones y el dolor. El cortisol es una de las principales hormonas que se liberan bajo el estrés, lo que permite al cuerpo proporcionar más energía a los músculos, lo que deja al cuerpo con una pequeña cantidad de energía que puede ser inferior a la necesaria. El estrés también puede afectar al sistema inmunitario, lo que a su vez provoca un mayor riesgo de enfermedad.
Los científicos midieron la cantidad de cortisol en el cuerpo de las vacas durante una situación de estrés y mientras escuchaban música. Observaron un sorprendente descenso del nivel de cortisol en sangre tras escuchar música y también en la leche. También descubrieron que, cuando las vacas sin estrés escuchan música, tienden a segregar una hormona conocida como "oxitocina", que desempeña un papel importante en la fase final de la producción de leche.
La música en la producción de leche
El proceso de producción de leche requiere varios pasos que comienzan con la filtración de algunos componentes de la leche desde el torrente sanguíneo hasta la ubre de la vaca. Otros componentes pueden formarse en la propia ubre a partir de ciertos metabolitos, que también se filtran desde el torrente sanguíneo. Las glándulas mamarias se van llenando de leche como una esponja; la leche permanece en la ubre de la vaca hasta que se envía un mensaje o estímulo al cerebro. Estos estímulos pueden ser la visión de la máquina de ordeño, la mano de obra que masajea la ubre o la música que la vaca solía escuchar.
El estímulo provoca la secreción de dos hormonas principales que participan en la producción de leche: La hormona "prolactina", procedente de la hipófisis, y la "oxitocina", procedente del hipotálamo en el cerebro. La oxitocina es responsable del proceso de bajada de la leche, que es la etapa final de la producción de leche. A las vacas les resulta más fácil producir oxitocina mientras escuchan música, ya que las hace más tranquilas y libres de estrés. Una vez que termina la vida de la oxitocina en la sangre, la bajada de la leche se detiene y el proceso de ordeño termina.
No todos los tipos de músicas aumentan la producción
Las investigaciones también demostraron que el aumento de la producción de leche no aparece mientras se escuchan todos los tipos de música; el ritmo musical es más importante que el género. No se encontró un aumento de la cantidad de leche al escuchar música rap o tecno, ya que son rápidas y ruidosas, y no se consideran un tipo relajante, por lo que las vacas no las prefieren. En cambio, la música relajante y la clásica son lentas y rítmicas; mostraron el aumento deseado de la cantidad de leche por su conocido efecto en la relajación del cuerpo.
Se realizaron experimentos con diferentes vacas durante muchos días para mostrar la diferencia en la producción, con y sin la reproducción de música, y también para determinar la mejor lista de música que debía escucharse. Fue sorprendente encontrar un aumento del 3 % en la producción diaria de cada vaca, lo que supone un gran incremento en los ingresos totales de la granja.
Varios animales, incluidas las vacas, se consideran criaturas de costumbres. Conocen la hora exacta de la alimentación cada día, la hora del ordeño y la música que suena cada vez que se ordeña, y se acostumbran a ello. Cualquier cambio en el hábito y el estilo de vida normal de la vaca podría tener un efecto negativo en ella y en su productividad lechera. Si un ganadero empieza a poner música mientras ordeña a las vacas, nunca debería dejar de hacerlo. Puede que lo veas sobrevalorado, o simplemente una pérdida de tiempo; sin embargo, para los ganaderos, una vaca lechera sin estrés significa riqueza.
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