Los animales responden al calentamiento global desplazándose del ecuador, más caliente, a los polos, más fríos. Los animales marinos se desplazan más rápido que los terrestres para escapar del aumento de las temperaturas.
Esta es la conclusión de un metaestudio publicado en la revista Nature. Evaluó los resultados de 258 estudios anteriores que examinaban la migración de más de 12 000 especies de animales, plantas y microorganismos. El resultado es la primera base de datos de sus movimientos por el planeta, llamada BioShifts.
Los peces son más rápidos que los terrestres
En su estudio, los investigadores descubrieron que los animales terrestres se acercan a los polos a un ritmo de varios metros por año. Los insectos, que migran más fácilmente, recorren 18,5 kilómetros al año desde el ecuador.
De los grandes animales, los que viven en el mar tienen una tasa más alta. Se acercan a los polos a un ritmo medio anual de seis kilómetros.
Los biólogos del estudio explican la diferencia entre animales terrestres y acuáticos por dos razones fundamentales.
En primer lugar, el aire conduce el calor unas 25 veces más lento. Así, los animales terrestres pueden regular su temperatura corporal con mayor facilidad, por esta razón no tienen tanta urgencia de desplazarse. Y en segundo lugar, muchos lugares de la tierra está dividida por la agricultura. Por lo tanto, los animales terrestres se enfrentan a obstáculos para llegar a puntos más fríos.
El metaestudio señala que las personas tienden a no notar las migraciones de las especies a menos que estén pescando.
Los investigadores admiten que los resultados de su base de datos no son exhaustivos. Solo pudieron abarcar el 0,6 % de las especies de vida conocidas en la Tierra.
Sin embargo, es un primer paso hacia una comprensión más detallada de la relación entre las especies y su entorno. Y también, con suerte, un avance hacia una base de datos más completa que rastree el cambio del bioma en tiempo real.
Seguirán los humanos
A pesar de la lentitud de los movimientos de las criaturas terrestres, la tendencia es clara: una gran proporción de especies se aleja de los trópicos. Naturalmente, esto plantea la cuestión de hasta qué punto el ser humano se opondrá a esta tendencia bajo la influencia del calentamiento global.
En muchas zonas del planeta puede darse una combinación letal de alta humedad y altas temperaturas en el futuro. Dado que la sudoración, utilizada para refrescar a los seres humanos, deja de funcionar con una humedad elevada, las temperaturas superiores a 35 grados centígrados a la sombra pueden ser literalmente mortales.
Sin embargo, cabe esperar que tales condiciones prevalezcan dentro de pocas décadas en amplias zonas de la India, por ejemplo, el segundo país más poblado del mundo. La migración humana climática que esto puede desencadenar puede ser mayor que las experimentadas por Europa en las últimas décadas.
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