Un cráneo de un túmulo milenario tiene dos agujeros a la izquierda y a la derecha que, según los arqueólogos españoles, indican una cirujía de oído. Otros no están convencidos.
Debió de ser un asunto bastante doloroso: las operaciones a las que se habría sometido una mujer de la España actual hace 5.300 años. Se le hizo un agujero en el cráneo, tanto en el lado derecho como en el izquierdo. Posiblemente otros la sujetaron mientras se sometía a este tratamiento, o se le administró algún tipo de analgésico, especulan la arqueóloga Sonia Díaz Navarro y sus colegas en la revista científica Scientific Reports.
Pero este espantoso procedimiento se llevó a cabo por una buena razón, escriben Díaz Navarro y su equipo. Creen que es la primera mastectomía conocida. En ella, un cirujano (o, en este caso, alguien con alguna herramienta de piedra) hace un agujero en el cráneo para eliminar una inflamación detrás de la oreja causada por una grave infección de oído.
Pequeños arañazos
El cráneo con los dos agujeros fue encontrado allá por 2018 en el dolmen de El Pendón, un yacimiento arqueológico del norte de España. Díaz Navarro y su equipo han sometido ahora ese cráneo a un nuevo examen, incluso con un escáner CT.
Según el equipo, este examen demuestra que los agujeros se hicieron deliberadamente. Por ejemplo, hay pequeños arañazos alrededor del agujero izquierdo de la oido, que indican que alguien ha estado trabajando con herramientas. También parece que hay curación. Esto indica que el paciente debe haber vivido al menos unos meses después de la operación.
Lugares extraños
Sin embargo, Rachel Schats, arqueóloga especializada en huesos de la Universidad de Leiden, tiene sus dudas sobre la conclusión de que los agujeros indican una mastoidectomía. "Las ubicaciones de los agujeros son extrañas", dice. "Para conseguir agujeros en esos lugares, tendrías que haber cortado justo a través de la oreja, y eso parece ilógico. Si es una inflamación detrás de la oreja, la hinchazón suele ser visible allí. Así que, ¿por qué no cortar directamente en él?"
Además, Schats hizo que su estudiante de doctorado Maia Casna mirara las fotos que acompañan al artículo. "Indicó que el interior de la oído derecho parece normal. Y eso no encaja con una dramática infección de oído, pero podría ser que ya se hubiera curado en el momento de la muerte".
Sin embargo, en lo que respecta a Schats, está claro que hay algo extraño en el cráneo y sus agujeros; algo que exige una explicación. Pero si esa explicación incluye una operación de oído muy temprana es, en su opinión, cuestionable.
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