Muchas personas, a nivel urbano o rural, en todos los continentes del mundo sufren un grave problema, que es la falta de agua potable fresca y saludable. El agua limpia es esencial para una vida sana y una buena nutrición; nuestro cuerpo no puede beneficiarse de los alimentos que recibe si bebemos agua contaminada.
La demanda de agua limpia aumenta con el constante crecimiento de la población, además del aumento de la contaminación ambiental y el elevado consumo de agua, todo lo cual conduce a una escasez extrema de agua limpia. El problema se agrava durante el verano, convirtiéndose en una crisis. Se ha hecho imprescindible encontrar formas de conservar el agua; no solo para disponer de fuentes permanentes de agua potable, sino también para garantizar que nuestros hijos y nietos dispongan de una fuente de agua esencial para la vida.
Por suerte, muchas Organizaciones No Gubernamentales (ONG) tratan de resolver este problema a través de varios métodos; como por ejemplo: concienciando al público sobre la conservación del agua, estableciendo límites para el uso personal y pensando en muchas fuentes de impacto rápido, como la excavación de lagos o pozos.
Muchos niños y mujeres de zonas y pueblos remotos de África y otros lugares tienen que recorrer largas distancias a diario para conseguir agua potable; por ello, la idea de cavar pozos y explotarlos manualmente ha sido una solución exitosa e inmediata a esta crisis. Esta solución tiene muchas ventajas; como por ejemplo: proporcionar agua potable a zonas remotas y rurales que no tienen otras fuentes de agua como los ríos, además de ahorrar tiempo y energía, ya que las familias no tienen que recorrer largas distancias a pie.
Los pozos se consideran un medio fácil de utilizar; se excavan en puntos donde se identifican las aguas subterráneas y se instala una bomba. Los pozos también son de bajo coste en comparación con otros recursos hídricos. Sirven a un gran número de personas; un solo pozo con bomba proporciona agua a unas 300-400 personas. Los pozos también ayudan a desarrollar la vida agrícola en las explotaciones de hortalizas y frutas cercanas.
El agua subterránea se acumula y fluye lentamente a través de rocas permeables llamadas cavidad. La cavidad puede ser una capa de grava, arena o rocas con poros capaces de retener la humedad. La relación entre estos poros, su tamaño y su número determina la probabilidad de que el agua salga a la superficie; por ello, es importante adoptar una serie de medidas técnicas y de precaución para garantizar que el agua subterránea se extraiga de acuerdo con el sistema sanitario y no cause contaminación.
Varios factores, como la cultura, el clima y los factores geológicos, interfieren en la determinación de la viabilidad de la excavación de un pozo. Por ello, la cooperación entre los gobiernos, las ONG y los expertos locales es esencial para determinar la técnica correcta de conservación de las aguas subterráneas y desarrollar los pozos.
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