Muchas personas pasan largas horas en el trabajo con la esperanza de aumentar sus ingresos y disfrutar de un estilo de vida más lujoso. Sin embargo, "el exceso de algo no es bueno para nadie"; el exceso de trabajo puede afectar a la salud y a las relaciones sociales, por no hablar de la persistente sensación de agotamiento y fatiga. Aunque el término "adicción al trabajo" se conoce desde hace más de 45 años, el estilo de vida acelerado de hoy en día y la tecnología moderna han contribuido en gran medida a la difusión de este fenómeno en los últimos tiempos. ¿Cómo podemos saber si somos adictos al trabajo y cómo podemos librarnos de esta adicción para llevar una vida normal sin problemas psicológicos?
No existe una definición médica específica de la adicción al trabajo. Pero podemos decir que comienza cuando el trabajo consume toda la energía de uno y absorbe su tiempo hasta el punto de no tener tiempo para hacer ninguna otra actividad, además de sentirse constantemente estresado y pensar continuamente en los problemas del trabajo, incluso después de terminar la jornada laboral. Según un estudio realizado por el Departamento de Ciencias Psicológicas y Sociales de la Universidad de Bergen, en Noruega, la adicción al trabajo está muy extendida entre los jóvenes de hoy en día debido a su persistente preocupación por el futuro y su deseo de asegurarse una vida digna.
Entre los síntomas de la adicción al trabajo está el deseo constante de realizar más trabajo para conseguir mejores ingresos y pasar mucho tiempo en el trabajo sin intención previa de hacerlo. Los síntomas también incluyen la sensación constante de estrés durante y después de las horas de trabajo, así como la incapacidad de disfrutar de las vacaciones y el tiempo libre si no hay trabajo. Además, la adicción al trabajo afecta negativamente a la salud como consecuencia de la inquietud.
A pesar de la connotación negativa del término "adicción" en general, algunos creen que la adicción al trabajo aspira a aumentar la productividad y el desarrollo laboral, pero esto no es cierto. Un estudio realizado en personas que trabajan más de 50 horas a la semana demostró que son las que más riesgo tienen de morir debido a la adicción al trabajo. En contraposición a las expectativas, otro estudio realizado en la Universidad de Georgia (EE. UU.) demostró que los adictos al trabajo son los menos productivos aunque en un principio parezcan las personas más entusiastas y motivadas en el trabajo, a diferencia de sus compañeros que cumplen con su trabajo de forma rápida y precisa al mismo tiempo.
Además, los adictos al trabajo pueden sufrir trastornos psicológicos y neurológicos, como depresión, ansiedad y egoísmo. También puede provocar un trastorno obsesivo-compulsivo; un trastorno mental que hace que las personas imaginen pensamientos y temores que no existen en la realidad. Los adictos al trabajo tienden a ser mandones; no son capaces de compartir sus habilidades y experiencias adquiridas con sus compañeros de trabajo, lo que afecta negativamente a la institución laboral a largo plazo. Los adictos al trabajo también sufren de inestabilidad familiar, así como de aumento de peso debido a estar sentados frente a dispositivos electrónicos durante largos periodos de tiempo. También pueden padecer hipertensión arterial, dolor de cabeza persistente, síndrome del intestino irritable, úlceras de estómago, cansancio, agotamiento físico y mental y trastornos del sueño.
Uno de los consejos que puedes seguir para deshacerte de la adicción al trabajo es pedir ayuda a las personas que te rodean, e irte de vacaciones largas fuera del trabajo. También puedes relajarte con sesiones de yoga y ejercicio, para librarte de la tensión muscular provocada por las posturas incorrectas al estar sentado durante las horas de trabajo; también dedica tiempo a estar con tu familia o a reunirte con tus amigos.
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